Muchas personas en internet están tratando de descifrar por qué este peludo individuo se tomó hasta cinco días con sus noches para enterrar a un bovino. Algunos opinan que éste era su amigo y lo hizo por puro respeto. Sin embargo la ciencia tiene un argumento más interesante.
Resulta que unos investigadores estuvieron monitoreando su actividad por un buen rato y descubrieron que la vaca no tenía una relación sentimental con el tejón; más bien era su fuente alimenticia más segura. El animalejo sepultó las sobras bajo tierra, de modo que no tuviera que pelear por ellas contra alguna otra especie carroñera.

(Sopitas)