En su muy leída y reconocida columna ‘Expediente’, Luis Velázquez hace un peculiar recuento de los amparados por la ley y desamparados por el destino.

“Se ampara Karie Macías. Se ampara su madre, María Virginia Tubilla. Se ampara Mónica Macías Tubilla. Se ampara la prima Leticia Letayf Barroso. Se ampara Astrid Elías Mansur. Se ampara Leonel Bustos, ex del Seguro Popular. Se ampara Harry Grappa. Y Luis Ángel Bravo Contreras y José Nabor Nava Olguín (6 millones de pesos por sus cabezas), prófugos de la justicia. Es el tiempo que viven los duartistas bajo la yunicidad azul”.

La prisa por ampararse ‘tiene varias interpretaciones’ según el columnista, no se trata de cacería de brujas sino que luego del abuso de poder, la justicia se impone.

“Antes todos ellos ordeñaron la vaca, y lo peor, con soberbia…nunca renunciaron al privilegio de mandar. Y a disponer del presupuesto público con sentido patrimonialista. Y por eso, nunca, jamás, tendrán el perdón de nadie’, sentencia lapidario Luis Velázquez.

¿Así o más claro el drama?