En septiembre de 2017 un joven de la provincia de Zhejiang, China, por medio de la plataforma WeChat, conoció a una mujer de la que, con el paso del tiempo, se enamoró e iniciaron una relación de pareja.

Durante 3 años, el joven le propuso casarse y para ello, buscó poderse reunir en persona con su novia, pero no tuvo éxito ya que ella siempre tenía una situación que no permitía hacerlo.

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Pero según ella, para asegurarle al chico que sus intenciones era reales, envió a una mujer, quien supuestamente es su tía, que pasaría a ser su contacto con él, ella lo visitaba frecuentemente y le contaba como era su vida cotidianda.

Con esta "confianza", la mujer comenzó a pedirle dinero con el que supuestamente comenzaría a planear la boda, pero al llegar al tercer año de relación el joven comenzó a sospechar.

Y por medio del teléfono celular de ella, al que tuvo acceso por casualidad, se dió cuenta que todo era parte de un plan para robarle dinero, por ello decidió denunciarlo.

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Los agentes de la policía inciaron una investigación y descubrieron que las mujeres solo buscan sacarle dinero a incautos.

Afortunadamente, los agentes pudieron rastrear la cuenta a la que llegaban las transferencias y detuvieron a la mujer, quien finalmente confesó que la persona que se hacía pasar por su tía era una amiga y que utilizaba varias cuentas para engañar a otros hombres.