Si usted es como muchos de los que piensan que porque está muy lejos el conflicto armado entre Rusia y Ucrania y por lo tanto no afectará a México, debería pensar mejor las cosas. 

Los efectos colaterales iniciales ya han empezado a afectar al mundo por la vía de la escasez de insumos básicos para la industria y el consumo humano, ya que por si no lo sabía, Rusia y Ucrania son considerados (ambos) “el granero de cereales” del mundo. 

El campo desgraciadamente no es como una fábrica que puede interrumpir sus actividades y, después de un tiempo, con ciertos arreglos, puede reiniciar la producción… el campo no. Cuando se interrumpen los ciclos de siembra y cosecha el daño es irreparable. Cuando los productos listos para cortar no se retiran de los árboles o plantas, se caen al suelo y lo que producen son plagas. 

Por otro lado, situaciones como las que ya se viven en Ucrania y Rusia, se reflejan en los mercados de futuros elevando los precios al tamaño de la escasez calculada o estimada, lo que afecta los planes de contratación de los centros distribuidores al menudeo. Es decir, hasta lo que va hoy del conflicto ya está modificando los precios de productos agropecuarios y energéticos en el mundo. 

Así, negro, muy negro, se ve el panorama para el mundo, luego de que los Estados Unidos y China se acusan mutuamente de tener planes de entrar al conflicto en apoyo a Rusia o a Ucrania. 

Es decir, hoy que China aparece en el escenario de guerra que inició con la invasión de Rusia a Ucrania, el panorama pasa de pintar un problema de abastos y de inflación a un problema nuclear. Y no piense que se trata de ser alarmista o amarillista, pues la Organización de las Naciones Unidas considera que el riesgo de conflicto nuclear “es escalofriante”. 

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió ayer que “la perspectiva de un conflicto nuclear, antes impensable, ahora vuelve a ser una posibilidad”, la invasión de Rusia a Ucrania también puede resultar en “un huracán de hambruna” en muchos países, por lo que añadió que “esta guerra no tendrá ganadores, sólo perdedores”.  

Lo que muchos hace escasamente 20 días no se imaginaban está sucediendo hoy mismo, las amenazas de invasión de Rusia a Ucrania largamente anunciadas se concretaron. La invasión ha dejado muertes de soldados rusos y ucranianos, pero además la muerte de civiles, instalaciones humanitarias, edificios de apartamentos y casi tres millones de mujeres, niños y ancianos (sobre todo) han debido dejar Ucrania para refugiarse en Polonia y otros países. Al mismo tiempo, padres, hijos, hermanos y demás familiares útiles para el combate y al resistencia se han quedado en el país invadido tratando de defender su patria.  

En los escenarios de guerra mundial que ya se pintan en los oleos de la historia una eventual tercera guerra mundial involucraría dos grandes bloques: el bloque musulmán, incluidos China, Rusia, Irán, Siria, Arabia, Líbano, Egipto y otros; y el bloque de la OTAM, con Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia y otros. 

El problema para América aparte de la participación de los Estados Unidos es que Rusia también tiene aliados en el Continente (Venezuela, Nicaragua y Cuba) y eso hace peor el panorama, independientemente de que si el conflicto escala se llegue al extremo de utilizar armas nucleares y entonces sí, ni bloques, ni aliados, todos perderemos.