Evangelina Tejeda Bosada fue coronada como Reina del Carnaval de Veracruz en 1983, obteniendo gran reconocimiento y fama dentro de la comunidad jarocha, convirtiendose en una celebridad que participaba en programas de televisión y eventos de gala, pero toda esa fama poco le duró.

La fama fue tal para su corta edad que cuando terminó su reinado se enganchó con drogas y el alcohol.

Según algunos reportes, seis años después de haberse coronado como la Reina, ella siguió consumiendo sustancias, organizando fiestas para empresarios y famosos en su departamento, ubicado en pleno centro del puerto de Veracruz, en el ahora abandonado edificio de la Lotería Nacional.

Durante dichas fiestas, la bella mujer encerraba y escondía a sus pequeños hijos de dos y tres años de edad y muchas veces los dejaba sun alimento ni agua mientras duraban las 'reuniones'.

Después de que su marido la abandonara con sus dos hijos, la mujer cayó en una fuerte depresión y en un violento arranca comenzó a golpear a sus hijos.

Siendo así que 18 de marzo de 1989, Tejeda tomó por los pies a su hijo mayor, Jaime, y lo azotó contra el piso, lo que ocasionó graves lesiones en el cráneo del pequeño. Posteriormente fue por su segundo hijo, Juan, de dos años, e hizo lo mismo, lo azotó hasta matarlo.

Al no saber qué hacer con los cuerpos intentó cremarlos en su propio horno, pero al no tener éxito decidió cortarlos y enterrar a los pequeños en las macetas de su departamento.

Después de no saber nada de los niños por algunos días, el hermano de Evangelina, Juan Miguel Tejeda, la cuestionó sobre su paradero y ella confesó haberles quitado la vida, por lo que él procedió a llamar a las autoridades quienes al encontrar los restos de los niños en las macetas detuvieron a la mujer, quien recibió una condena de 20 años en la cárcel.

Actualmente, tras cumplir su condena fue liberada y se desconoce su paradero.