Cuando en el México nuestro, los políticos le entran al tema de la tenebra política, muchas cosas pueden suceder.

Antecedentes muchos, de casos en los que los políticos mexicanos han estado vinculados directamente con los organismos de inteligencia responsables de recabar información para garantizar en teoría elementos y conocimiento para la salvaguarda de los gobiernos a los que sirven.

México ha sido escenario de grandes historias de espionaje la gran mayoría enmarcada dentro del teatro geopolítico en donde solamente había dos visiones del mundo, la denominada Guerra Fría de mediados de los 60’s del siglo pasado fue, la ambientación para estos casos, aun cuando actualmente el trabajo de espionaje y contraespionaje este más vigente que nunca.

Por ejemplo, se sabe la historia de un Winston Scott, quien siendo agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), recibió información confiable de al menos tres presidentes de México, quienes pertenecieron a la red de infiltrados que proporcionaron datos a favor del Gobierno de los Estados Unidos.

Y es que en la nómina de la red de informantes LITEMPO se encontraban los entonces presidente y secretario de Gobernación del patio trasero de Estados Unidos, entre otros encumbrados funcionarios. En opinión de los superiores de Scott, los informantes cobraban demasiado por servicios que dejaban mucho que desear.

Winston Scott, que inició su carrera en la CIA en la división de criptografía para luego pasar a las tareas de campo, tenía bajo los nombres clave LITEMPO-2 y LITEMPO-8 a Gustavo Díaz Ordaz y a Luis Echeverría Álvarez, respectivamente.

Las letras LI eran el código usado por la CIA para clasificar las operaciones en México; TEMPO era el término dado por Scott a un programa que, en palabras de una historia secreta de la agencia, era "una productiva y efectiva relación entre la CIA y un selecto grupo de altos funcionarios en México".

De esta manera se ha podido conocer como ex presidentes como Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez trabajaron como agentes del gobierno norteamericano filtrando información para la Agencia responsable del espionaje del vecino país del norte.

Recientemente el periodista Jefferson Morley (Nueva York, 64 años) habría platicado para el Diario El País sobre el rol y papel de México y sus políticos en el concierto mundial del espionaje.

Y esto lo hemos querido traer a colación, para que pueda comprender que en la carrera por la sucesión gubernamental los casos de espionaje en México y Veracruz están a la orden del día.

Recientemente ha circulado un audio en el cual se identifican las voces de tres personajes: Dos políticos veracruzanos y un periodista, en el que se ponen de acuerdo con la única finalidad de asentar certeros golpes en contra de la candidata de lo que podríamos denominar oficialismo, en la figura de Rocío Nahle García.

En el audio que circula ya en redes sociales y especialmente en chats de WhatsApp se escucha las presuntas voces de José Francisco Yunes Zorrilla y Miguel Ángel Yunes Linares en la que se saludan afectuosamente y se ponen de acuerdo para que mediante el responsable del manejo de la Comunicación Institucional del candidato de la Coalición Fuerza y Corazón por México, exploten en la medida de lo posible, las informaciones y datos filtradas por el empresario Arturo Castagné Couturier, respecto a las supuestas propiedades de la hoy candidata al gobierno de Veracruz.

Claramente se escucha al ex mandatario ofrecerle a Pepe Yunes que ha hablado ya con Joaquín López Doriga y con Ciro Gómez Leyva para que abran sus espacios informativos y le otorguen entrevistas en vivo, en donde el también candidato opositor resalta la no vecindad veracruzana de Nahle, la aparición de sus propiedades, y la presentación de su denuncia ante la FGR y posterior conferencia de prensa en el Hotel Emporio de la Ciudad de México, al segundo día del arranque de su campaña.

Como se recordará, Pepe Yunes Zorrilla acudió inmediatamente después del arranque de campaña a la Ciudad de México a contar sus versiones respecto a las propiedades de Nahle García.

En el audio, que extrañamente le sacaron a Miguel Ángel Yunes Linares –un connotado especialista en el tema de seguridad, espionaje y contraespionaje- se escucha referir que es importante hacer crecer los dichos de Castagné Couturier lo más posible a manera de que sirva para arrebatarle al menos unos puntos de los casi 30 que Nahle le llevaría de ventaja a su más cercano rival –Pepe Yunes-.

La afirmación “de es ahora cuando debemos aprovechar” porque “eso de estar en la banca otros 6 años, a nadie le conviene, la casa pierde” resulta reveladora, pues sustenta el dicho de que el interés por permanecer en la política por parte de este grupo se basa en el hecho de servirse ellos de la vida pública y de los recursos que la función misma les brinda, a pasar otros seis años en la banca, evitando a toda costa el que la señora pueda ganar la elección.

Aun cuando seguramente los implicados en el referido audio negarán la veracidad del mismo, la realidad es que el plan fraguado para ir a la conferencia de prensa en conocido Café de la zona conurbada e infiltrarles a reventadores profesionales a la candidata fueron reales, esté audio confirma la versión de que los gritos de fuera, fuera de aquel día 1 de abril, fueron orquestados por este grupúsculo.

Vendrán las versiones de que la conversación fue construida con Inteligencia Artificial (IA) y que las voces no son las reales, pero lo cierto es que el actuar constante de los implicados en una extraña suerte de campaña de acoso, violencia y denostación contra la contrincante, hace válida la duda.

Finalmente, ante estas versiones, usted amable lector es quien tiene la mejor de las percepciones, lo cierto es que, para alguien tan ducho en esos temas de la seguridad, “el espía resultó espiado.”

Al tiempo.

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