Para aquellos que pensaron que Movimiento Ciudadano era un esquirol de Morena, tal vez deberían checar los bandazos que ha dado Polo Deschamps en estos escasos días que llevamos de campaña. 

Tal vez como partido político haya más interés de aplicar la máxima de la estrategia política, que es que el tercer lugar debe pegarle al segundo para escalar posiciones. 

Sin embargo, como candidato, Polo Deschamps no parece estar interesado en continuar con esa estrategia. 

Algo pasó a mitad del camino, pues a últimas fechas ha cambiado el objetivo de sus obuses. 

Al principio Polo Deschamps se le iba encima un día sí y otro también, a los Yunes rojos y azules por igual. Vaya, incluso fue tan directa la flecha que a él se le achaca el haber soltado la especie de que Pepe Yunes tenía domicilio en Boca del Río. 

Tal vez a partir de allí entendió que había ido muy lejos o alguien le habló bonito. La cosa es que de aquel entonces a la fecha, varió un poco su discurso, al grado que él fue el primero que salió a defender a los Yunes cuando se filtró un supuesto audio en el que se les escuchaba ponerse de acuerdo para generar la guerra sucia. 

Mientras tanto, fuentes al interior de Movimiento Ciudadano nos comentan que Polo Deschamps ha ido cayendo de la gracia de los dirigentes del partido y poco a poco lo han ido congelando. 

Para no ir muy lejos, en el moderno edificio del MC en Lázaro Cárdenas, solo están las imágenes gigantes de Jorge Álvarez Máynez y de Dante Delgado Morales, candidatos a la Presidencia y al Senado, respectivamente… y vaya, espacio disponible hay, pero a algunos no les hace gracia seguirlo viendo. 

A estas alturas, en las cúpulas partidistas del MC ya se deben estar preguntando si no le habrán vendido gato por liebre con Polo Deschamps y en realidad los Yunes lo metieron como un Caballo de Troya. 

A este paso, no sería extraño que, faltando poco para la elección, Polo Deschamps incluso hasta decline a favor de Pepe… o de Nahle, dependiendo los colores que imperen en ese momento en su corazón.

Pero de que a Polo Deschamps alguien le habló bonito al oído no hay duda. Lástima porque a muchos les parecía una buena alternativa de voto.