Esta ha sido la propuesta de pensamiento que nos han hecho los últimos tres años y contando. Polarizar es la estrategia, el discurso, la encomienda, lo necesario; lo único. Quienes se sustraen de esta propuesta, advierten sobre la enorme escala de grises que no está en la agenda pública del país. Por desgracia, ellos son los menos.
En la sociedad mexicana, la mayoría ha sucumbido al bombardeo mediático de la mañanera y sus réplicas ad infinitum y se ha reagrupado en dos bandos: los que están con el presidente y los que no. En este tiempo también hemos visto a los que están (la mayoría mujeres) en favor de la agenda de género y los que no. Los que no, tan solo ayer sufrieron un duro revés: por decisión unánime de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha declarado inconstitucional la penalización del aborto. No habrá más mujeres encarceladas por tomar la decisión de someterse a un legrado. No más muertes de mujeres por abortar en las peores condiciones.
Quienes estaban a favor celebran que México avance en el camino de la justicia para las mujeres. El camino, hasta este importante avance ,ha sido largo y sinuoso. A pesar de tales dificultades, una expresión política del corte de Vox (partido español de ultraderecha) ha alcanzado adeptos entre mexicanos en posiciones de poder y también habrá, con toda seguridad ciudadanos de a pie, que simpaticen con esto.
Estuvo a cargo del senador veracruzano Julen Rementería la organización de la alianza (15 de 25 senadores firmaron) con Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha español. El control de daños por parte de la dirigencia nacional del PAN ha sido casi imposible. ¿La razón que tuvieron para hacer dicha alianza? Otra vez el pensamiento dicotómico. Pensaron mandarle el mensaje al presidente López Obrador, de que: “México nunca va a ser comunista”.
El pensamiento dicotómico también acuñó la guerra fría. Ahora en el mundo digital insisten en partir el mundo en dos, como sea. Tirios y troyanos se agrupan y parece que las opciones para 130 millones de mexicanos son dos, siempre sólo dos.
Volviendo al escándalo panista, la cúpula mandó a la piedra de los sacrificios a un funcionario menor: Christian Camacho, a quien se señala como promotor de la reunión. No hay forma de que eso sea suficiente, lo que vive el pan es un error muy costoso causado por su ala extremista.
Esta torpeza auspiciada por el senador veracruzano ha refrescado la memoria de muchos que vivieron la censura en los libros de texto impulsada por Carlos Abascal, secretario de gobernación con Vicente Fox. Los senadores panistas lograron en tiempo récord desempolvar todos los fantasmas que nos han perseguido por generaciones y ensanchar la brecha ideológica de la mano del pensamiento dicotómico: “Comunismo no, Cristianismo sí”. Enorme favor le han hecho al presidente, renovaron su material para mantener su polarizar o morir.
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