No debe olvidarse nunca, que en un estado democrático de derecho, la constitución representa las luchas históricas de un pueblo por alcanzar los ideales de libertad y de justicia que constituyen los principios que expresan su querer ser político.
El ilustre maestro alemán Hermann Heller, decía que una constitución debe entenderse “como un ser al que dan forma las normas”, lo que equivale a considerar que la constituciones son las normas que dan forma política a las comunidades. De ahí, que una constitución que no se cumple, está en pugna con la realidad social y política, pues es como decía el jurista Mario de la Cueva, una constitución de papel, pero no es un ordenamiento constitucional vigente.
Por eso, las constituciones políticas deben ser respetadas y cumplidas en su contenido jurídico-político, para hacer posible el Estado de Derecho, que posibilita una existencia civilizada y socialmente justa.
En este 106 aniversario de nuestra Constitución Política de México, honremos la memoria de quienes la hicieron posible, como el último constituyente michoacano el maestro Jesús Romero Flores, quien falleció en 1987 a la edad de 102 años.