Pude visitar esas oficinas de los comisarios y ver como el reportero exigía a un delincuente que se pusiera de frente, para tomarle la fotografía que aparecería al otro día en las notas de sucesos.
Eran raterillos, carteristas o pendencieros que se liaban a golpes en alguna cantina, la policía los detenía y tenían que pagar una multa que por muchos años en Veracruz, recuerdo que era de 99.99, cuando cien pesos era una fortuna.
Los reporteros muchas veces aportaron datos que les sirvieron a los investigadores para cerrar un caso de robo o de homicidio. Participaban de manera seria y la policía tomaba en cuenta esas opiniones.
En las páginas de la nota roja se podían leer columnas dedicadas a ese tema, donde arrojaban datos valiosos que también guiaban a los agentes. También denunciaban el mal comportamiento de los policías y de sus jefes; eso servía para que la superioridad tomara cartas en el asunto.
Las cosas cambiaron, la nota roja ha involucrado a los periodistas dedicados a los temas de la política, a los columnistas, analistas y nadie escapa de opinar acerca de lo que sucede diariamente en el estado de Veracruz.
Que lamentable, pero es el tema que se escucha en cualquier punto de reunión, en el café, salón de belleza, restaurantes y otros lugares donde se reúne la gente.
La nota roja es tema diario en la agenda pública veracruzana.
Otra cortina de humo involucrar a periodistas
La acusación que lanzó el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, diciendo que algunos periodistas podrían estar involucrados con el crimen organizado es muy delicada, porque todavía se sigue comentando ese desliz que tuvo el mandatario, que seguramente está muy nervioso por todo lo que sucede diariamente en el estado de gobierna.
Después el fiscal General del Estado Jorge Winkler insistió en decir que la Procuraduría General dela República tiene una carpeta en la que se investiga a personas de la sociedad civil, medios de comunicación y comunicadores, lo que pone en alerta a aquellos que realmente estén operando de esa forma.
Esa costumbre de querer comerse la exclusiva solo le ha traído problemas al Fiscal, pero parece que ese es su estilo de manejarse en esa dependencia.
Nadie podría meter las manos a la lumbre por asegurar que no hay comunicadores involucrados, pero sería más probable que elementos de esa corporación (FGE) estuvieran involucrados que los verdaderos reporteros.
Fue muy aventurada esa deducción y solo exhibe de nueva cuenta que las cortinas de humo son algunas veces la salvación ante los problemas de todo tipo que se observan en el estado todos los días.
Yunes Linares dijo que algunas personas se acreditan como periodistas para pasar información al crimen organizado, pero en estricto orden el periodista escribe o comenta en la radio, televisión o en las redes sociales y no tiene un público determinado, para dirigir su mensaje, este llega al público heterogéneo y tal vez esa información a alguien le sirva.
María Josefina Gamboa defenderá a periodistas
La diputada María Josefina Gamboa Torales salió al paso, quien sabe si para contradecir al Fiscal o si realmente es genuina su defensa hacia los comunicadores, pero dijo que quien acusa tiene la obligación de comprobar lo dicho, y que intervendrá en caso de que se den procesos legales de manera irregular en contra de periodistas.
La diputada panista advirtió que sin importar quién acuse, se mantendrá vigilante del actuar de la Fiscalía General del Estado. “El que acusa tiene la obligación de probar, si la Fiscalía conoce esos casos tendrá que demostrarlo plenamente”, insistió la legisladora.
Si alguien está involucrado lo tendrá que pagar, pero no es posible que de manera general se lance una acusación y se señale a este gremio con una responsabilidad de manera aventurada.
Si un reportero pierde la vida en estos días, la justificación después de esa condena de parte del gobierno del estado, se estaría justificando; y por si fuera poco, el periodista además de ser víctima terminaría desprestigiado. No se vale.
Pero lo que muchos no entendemos es por qué esa actitud hacia los periodistas después de que el gobernador ha sido diputado, funcionario federal y ahora gobernador y ha sabido llevarla con el gremio, de donde sale ese rencor si solo cumplimos con nuestra función y con nuestra responsabilidad.
Es rudeza innecesaria, estas declaraciones tensan aún más la relación prensa y el gobierno del estado que cabe señalar que esta no existe.
No pueden amenazar a un periodista por decir la verdad
El caso de Sayda Chiñas Córdova, corresponsal de La Jornada Veracruz en la ciudad de Coatzacoalcos, es otro tema que en medio de esta turbulencia no se puede aceptar que el regidor del Ayuntamiento de esa ciudad la amenace con que la va a denunciar ante las autoridades por haber publicado una información en contra de su familia.
Se trata del regidor José Antonio Chagra Nacif, quien no soportó que le dijeran sus verdades y explotó, amenazando a la reportera que tiene una larga experiencia y sabe cómo manejar la información, es decir, no es nueva en esta profesión.
Cuando menos diez columnas he leído acerca de estos escabrosos temas, desde que se mencionó que había periodistas involucrados con el crimen organizado y todos han elevado su queja por esos señalamientos. A los que no he visto manifestarse ha sido a los integrantes dela Comisión Estatal para Atención y Protección a los periodistas.
Tal vez no leen los periódicos o no escuchan las noticias, o se les olvidó la importancia de su intervención en este momento, cuando la violencia sigue creciendo en el estado de Veracruz y ahora ya está llegando el grave riesgo a los periodistas.
Si quisieran re elegirse, difícilmente van a lograr que los compañeros vuelvan a votar por ellos (?), porque parece que no están cumpliendo con esa responsabilidad que les dieron y solo es de membrete.
No pierdan esta oportunidad, se perfectamente que todos son valiosos y han realizado excelente trabajo como periodistas, así es que nada desconocen acerca del quehacer diario y los peligros que ahora hay que enfrentar. Solo hace falta su voluntad como dicen los políticos para entrar a la defensa del resto de los compañeros. |