LO MAS conveniente que pudieran hacer los gobiernos de los Estados de la República, incluyendo, desde luego, los que son de oposición al PRI, y al gobierno federal, como es el caso del gobierno estatal de Veracruz, es peguntarle al Ejecutivo nacional, ¿En qué ayudamos, Presidente?, sobre todo, en estos días que son difíciles para la nación y que se requiere de la absoluta solidaridad de todas las entidades federativas.

Poco sabemos al respecto, pero todo parece indicar que esta decisión de los gobernadores, no se ha dado en toda su dimensión, considerando que México, es una nación federalizada en Estados, que deben estar unidos en las buenas y en las malas y no solamente cuando se esperan las participaciones federales.

Es cierto, para el caso Veracruz, que aquí, en esta tierra, también hay serias dificultades económicas, al grado de que aún, con todas las presiones ejercidas de los empresarios y prestadores de servicios, no se ha logrado pagarles, porque sencillamente, como lo dice el Ejecutivo Estatal, debo no niego, pago no tengo.

Pero aún así, algo se puede donar o sencillamente descontar de los recursos que le corresponden al Estado, y destinarse al programa de reconstrucción nacional, pues así como se exige, también se tiene que ser, en determinado momento, ser fraterno con los demás, sin anteponer las siglas y menos la promoción política que en estos días, para muchos de los partidos políticos, es fundamental.

No, ¿En qué ayudamos, Presidente,?, es una atención de los gobiernos estatales para que el Presidente, que fuera de la cuestión política, no se quede solo, pues hay que entender que los mismos gobiernos estatales, como la sociedad en general, tengan un momento de solidaridad y olvidarse de las cuestiones políticas, porque para esto, desde luego, que hay su tiempo y su espacio.

Por ahora, lo más prioritario es atender las necesidades de las entidades hermanas, es decir, de los Estados federalizados, que tienen serias inconveniencias económicas al enfrentar los problemas derivados de la presencia de fenómenos naturales como pueden considerarse las lluvias, los vientos y desde luego, los terremotos, los cuales, como ya hemos visto, generan destrucción y dejan a miles de familias en el desamparo total.

Por eso, es necesario que los Gobernadores de los Estados, hagan también ese compromiso con el gobierno federal, con los diversos sectores de la población que han sido azotados por la desgracia y proponer algunas estrategias de ayuda, principalmente, en materia económica que en donde se concentra, propiamente, todo el problema, olvidándose que quieren o no al Presidente, que están de acuerdo con él o no en muchas de las políticas públicas que se tienen que seguir para el desarrollo nacional, sobre todo, para las entidades federativas que integran esta gran nación.

Es preciso, pues, no dejarle toda la responsabilidad al gobierno federal y a los diversos grupos de ayuda, incluyendo la internacional, sino que también se vea que dentro del país, hay unidad, no precisamente política, para salir de los grandes problemas que enfrenta la nación, porque ha de verse que no se trata de un partido en el poder, de un gobierno diverso y contrario a los demás, sino de una necesidad de solidaridad permanente en casos de desgracia natural, como esta sucediendo ahora en algunas entidades del país y en la propia capital de la República.

¿En qué ayudamos, Presidente?, es la mejor forma de demostrar que hay entendimiento y que fuera de toda cuestión política, existe la buena voluntad para ponerse, también, al frente de los grandes retos que la madre naturaleza, impone, sobre todo, cuando todo mundo se da cuenta que ante estas extrañas fuerzas naturales, todos somos iguales y nadie puede decir que son necesita de los demás.

Ojalá, que en estos momentos, este comentario salga sobrando, porque ya los Estados, se encuentren solidarios con la federación.

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AHORA SÍ, EL AYUNTAMIENTO de Xalapa, esta realizando, desde hace algunas semanas, un trabajo que se ve, como es el caso de la reconstrucción de algunas de las arterias del centro de la capital veracruzana, casi en los últimos momentos de la administración municipal.

Muchas veces la ciudadanía se queja de no ver lo que se esta haciendo en materia de obra pública, y mucho se ha dicho que sí es verdad, porque las obras públicas, no son, solamente calles y banquetas, sino también obras pluviales y drenajes que van bajo la tierra y que de pronto, se tiene conocimiento, pero que no se puede palpar toda la vida.

Sin embargo, el alcalde Américo Zúñiga Martínez, se ha dispuesto a entregar, antes de que deje la administración municipal que tiene a su cargo, importantes obras públicas que de verdad se ven, como es la nueva imagen que se esta percibiendo en el centro de la ciudad, sobre todo, en estas calles donde por años se ha mantenido el mismo asfalto o el mismo concreto ya quebrado, por lo que ahora, Xalapa, luce más moderna, pero sobre todo, más segura por cuanto corresponde a las calles que se han reparado, tanto el concreto, como las mismas tomas de agua y el drenaje que corre por el interior de estas mismas arterias.

Esto hace que ya  se comience a reconocer la labor municipal, pues es común que en estas fechas la propia ciudadanía haga sus evaluaciones y decida disponer de los buenos comentarios sobre el trabajo desarrollado por la comuna, pero sobre todo, por el que gobierno el municipio.

Américo, es de los jóvenes talentos en materia política que por ahora concluye un ciclo de su vida pública, pero que esta llamado a ser, sin duda alguna, uno de los protagonistas de la vida pública de Veracruz, en cualquier momento en que sea llamado a cumplir con otras tareas, como la que ahora realiza en el Municipio de Xalapa, después de un largo trecho de cuatro años en que le ha tocado gobernar a la ciudad y al municipio más importante de Veracruz, por ser la capital del Estado, y por ser una de las ciudades culturales más apreciadas en el plano nacional e internacional.

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Y DESDE LA SEMANA PASADA, ha sido el Partido Revolucionario Institucional, quien se ha solidarizado con las familias de las víctimas del terremoto del pasado diecinueve de septiembre, tal y como, en su momento, lo hizo saber el propio dirigente estatal, Renato Alarcón Guevara.

Aparte de su manifestación solidaria, se ha preocupado para que en sus propias oficinas, se reciba la ayuda de los demás y poder canalizarla hacia las zonas del país que la requieran.

Como decíamos, en alguna parte de esta columna, no son tiempos de los enfrentamientos políticos, son momentos de unidad en torno a la nación, en torno a los seres humanos que hoy están sufriendo la pérdida de algún miembro de su familia, y en términos generales de todos aquellos que sufren desesperadamente por haber sido seriamente afectados por los fenómenos naturales, pues hay que recordar que antes de los temblores, también había emergencia en algunas partes del territorio nacional, por el paso de los huracanes, el más reciente en Veracruz, fue Katia que puso a prueba, una vez más, la unidad de los veracruzanos.

Ya vendrán los tiempos políticos en que todos los partidos se darán hasta con la cubeta, sobre todo, por la proximidad del proceso electoral del año que viene, uno de los más importantes procesos electorales que ha tenido el país.

Pero, por lo pronto, la urgencia esta en otras partes, decretándose, por así decirlo, una pausa en el rumbo político del país.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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