Miles de familias pasaron el peor fin de año en sus vidas, se lamentaron de la múltiples decisiones que tomaron en el año pasado, una de esas decisiones fue votar por el famosos cambio, al menos todos aquellos que si se dieron cuenta que el año terminaba y para ellos la pérdida de su empleo, ese empleo que todos queremos tener de manera estable, familias completas se reservaron el festejo para esperar que en el año 2019 exista una oportunidad de ingresar antes de que el ahorro se termine alarmantemente.

Para otros que suplieron en menor medida a los desempleados, llego el año nuevo con todo y regalo incluido, un nuevo empleo o un empleo a secas, oportunidad para cuando menos si son bien portados los mantengan por buen tiempo, ya que ahora no existe el empleado de confianza, todos son de desconfianza, debido a que en cualquier momento pierden el visto bueno de don aquel que con su misericordia terrenal les da empleo en su casa (no divina) terrina.

Pero el año nuevo es el ciclo creado por el hombre para llevar un control, es para la estadística, es oportunidad de detenerse y ver que se hace bien o mal, para los que nos gusta vivir la vida en orden y para todo ser humano que cree en Dios agradezca su existencia durante los trescientos sesenta y cinco días, con todo y sus penurias en esta época que nos tocó existir.

Lo cierto es que estamos estrenando calendario, con el cual podemos proyectar una meta y así volver a esperar el siguiente año, durante el recorrido tenemos muchísimas oportunidades, una de ellas y en mi concepto la más importante es buscar al creador de este universo, estar junto a él todos los días, de ahí mantener la salud para tener fuerzas y luchar cotidianamente por el pan de cada día, si hay condiciones recrearnos siempre con los amigos y familiares, también podemos hacer un espacio para tender la mano a quien lo necesite en base a nuestras posibilidades, eso nos dará satisfacción intrínseca, llenara un vacío espiritual haciendo bien a nuestro semejantes.

En lo político,  no se ve que sea año nuevo, la delincuencia anda con permiso en mano para ejecutar a quien se le ponga enfrente, un gobernante que sigue en campaña permanente olvidándose de que ya es la autoridad, improvisando con un millón de ocurrencias en perjuicio de la buena administración pública.

Y como es año nuevo la esperanza se pierde hasta lo último, deseo que todos los mortales nos mantengamos en pie de lucha, sea en la prolongación del año viejo o con el estreno de uno uno nuevo, pero que no decaiga el ánimo, siempre habrá una luz que ilumine nuestro camino, lo que tengamos que hacer hagámoslo, nadie va a hacer lo que nos corresponde, dejemos que el gobernante crea que nos tiene sometidos, dejemos que sus palabras reboten en nuestros oídos, no necesitamos que alguien nos diga cómo vivir, como pensar y hasta como caminar, los corruptos son ellos, los deshonestos son ellos, nosotros no, nosotros andamos con la frente en alto, nadie nos puede señalar por algo indebido y quien lo haga que lo demuestre porque en caso contrario quedara como mitotero de pueblo. ¿Qué no?

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