Organismos no gubernamentales de defensa a la mujer señalaron que en México no existe una regulación para evitar el acoso u hostigamiento hacia la mujer, tan es así que se permite el “piropo” y éste si es mal intencionado pudiera ser el antecedente a una agresión de género.
Grupos defensores de Nogales como Yoyolitzin, Inmujer, Mujeres sumando Mujeres y Colectivo Feminista Cihuatlactolli, hicieron patente su compromiso en pugnar porque los legisladores apliquen leyes más severas, pero también se atiendan otras vertientes en las que no se permita a los hombres faltar al respecto a las mujeres por su vestimenta en la vía pública.
Señalan que hay estudios comprobados en los que mujeres que han sido acosadas o violentadas de manera verbal por hombres en la vía pública, vuelven una costumbre la práctica del piropo, el cual llega al grado de la agresión verbal o el acoso.
Al no existir una reglamentación como la que se tiene en Estados Unidos, los hombres se sienten en condiciones de infringir comentarios soeces, malas palabras o incluso llegar al acoso sin que ninguna autoridad los penalice por ello.
Cuando esto se permite, señalan, el siguiente paso es una insinuación directa al acoso sexual, la violencia física o la violación, por lo cual la solución se da diversas vertientes en las que el Gobierno debe invertir a través de la educación y cultura en las escuelas, formación de talleres para padres e hijos, valores, legislación de leyes y cumplimiento de estas.
Nueve de cada diez, mujeres, indicaron, han sufrido en una etapa de su vida algún tipo de acoso sexual; siete de cada 10 lo han sufrido en la vía pública a través de un piropo y seis de cada 10 cuando han caminado solas por la calle y tres de cada diez acompañadas incluso por sus hijos.
El hecho de que una mujer luzca buen cuerpo, vista ropa entallada o use short o alguna minifalda es motivo suficiente para ser acosada en México, de ahí que las mujeres se sientan indispuesta a utilizar algún tipo de ropa que genere piropos mal intencionados o el que las toquen o hasta intenten besar en plena vía pública.
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