Si pensamos en pirámides, nuestra mente viaja directamente hasta Egipto. Sin embargo, existen otras muchas tan maravillosas como las de Giza y en las que la presencia de turistas es prácticamente nula. Es el caso de las pirámides de Sudán.
Nuestro planeta está plagado de lugares maravillosos en los que naturaleza y monumentos nos embaucan y nos enamoran, regalándonos imágenes que quedan grabadas para siempre en nuestra retina. Una de esas imágenes que todos tenemos en nuestra mente, incluso aquellos que no la han contemplado frente a frente, es la de las pirámides de Giza, en Egipto. Edificaciones milenarias que son consideradas como una de las maravillas de nuestro mundo y admiradas por personas de todas las procedencias.
Lo curioso es que existe otro país africano que, al igual que ocurre con Egipto, posee numerosas pirámides en las que el talento del ser humano, así como su historia, han quedado plasmados a la perfección. Un lugar bellísimo, en el que tocamos con nuestros dedos nuestro propio pasado y que, por desgracia, parece haber caído en el olvido. Hablamos de Sudán, uno de los países que menos turistas recibe al año.
Puede que nunca antes lo hayas escuchado, que ni siquiera supieras que Sudán posee algún atractivo turístico, pero este país cuenta con muchas más pirámides de las que tiene Egipto. En la zona de Meroe podemos encontrar cientos de ellas, algunas mejor conservadas que otras, pero todas verdaderas maravillas que fueron edificadas hacen más de 2.000 años y que son una muestra más de la grandeza de las civilizaciones antiguas.
Estas pirámides han pasado completamente desapercibidas durante años, en parte por la inestabilidad política y social que caracteriza a Sudán y que muchas veces aleja a los turistas, razón por la cual visitarlas es una experiencia muy diferente a lo que hayas vivido con anterioridad. Mientras que en Giza tenemos que hacer malabares para que en nuestras fotografías no aparezcan decenas y centenas de turistas, aquí la soledad será nuestra fiel compañera. Un paraíso para aquellos que estén interesados en conocer todo nuestro pasado, todo lo que nos ha dejado el tiempo, y no sólo aquellos monumentos que han ido ganando fama.
Si bien es cierto que las pirámides de Egipto pueden ganar a simple vista en espectacularidad, conforme vayas contemplando de cerca todas las que pueblan Sudán te quedarás completamente mudo. Grandes y pequeñas, con unos y con otros decorados, más o menos colosales… Las hay para todos los gustos, las hay de todas las tipologías. Rodeadas de un maravilloso paisaje dominado por las dunas, en el que te sentirás parte de otra época, como si hubieras viajado en el tiempo. Y es que Sudán te da la oportunidad de visitar las pirámides como si lo hicieras en su origen, sin la masificación de Giza.
Es evidente que todos los grandes monumentos de nuestro planeta, aquellos que han ganado notoriedad a lo largo de los años, son una parada obligatoria para todo aquel que ame viajar y ame nuestra historia, pero a veces en lo desconocido encontramos lo extraordinario. Compruébalo en persona, desafía lo común y viaja hasta las otras pirámides, las secretas, las olvidadas. Sudán te está esperando.
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