Escuché con atención el informe que rindió este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador con motivo de los primeros tres años de su gobierno, frente a un zócalo lleno de simpatizantes y ciudadanos, quienes fueron testigos de las acciones y logros alcanzados a la mitad de su gestión, donde destacaron los programas sociales para la población más necesitada, las obras emblemáticas como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, el incremento histórico del salario mínimo, entre otras muchas acciones que dejan constancia del compromiso de López Obrador con las generaciones presentes y futuras. 

Algo que llamó la atención, al menos para un servidor, fue que al momento de presentar a los integrantes de su gabinete que le acompañaron en tan importante encuentro ciudadano, la persona que se llevó la ovación más sonora fue la secretaria de Energía, Rocío Nahle García; incluso, por encima de quienes se consideran serios aspirantes presidenciales como la propia Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, como lo puede constatar el estimado lector y la apreciada lectora, al revisar los primeros minutos del mensaje de ayer, cuando se enlista a los servidores públicos que estuvieron con el presidente. 

Y es que al escuchar el nombre de la actual Secretaria de Energía, al unísono cientos de miles de personas que se congregaron en la plancha del zócalo capitalino aplaudieron y gritaron vivas hacia la funcionaria federal que tiene actualmente una de las mayores responsabilidades en el gobierno de López Obrador, como es la construcción de la nueva refinería “Olmeca”, en Tabasco, así como la política energética para garantizar la soberanía nacional en materia de combustibles.  

Sorprendió gratamente saber que la labor comprometida por defender los recursos energéticos de todos los mexicanos por parte de Rocío Nahle, orgullosamente Senadora por Veracruz con licencia, fue reconocida durante el informe de López Obrador por parte de los asistentes ya que, insisto, los aplausos y vítores superaron, en mucho, a los recibidos por otros funcionarios presentes en el encuentro. 

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Nahle García es una servidora pública, como aquí lo he dicho, dedicada de tiempo completo a servir a la nación como encargada de la nueva refinería, pero también llevando a cabo su labor como titular del ramo energético, que abarca además el rubro eléctrico y petrolero. La hemos visto cada lunes, en los reportes de los avances de obra, vestida con indumentaria de trabajo, jeans, botas y casco desde Tabasco, pendiente en todo momento del avance de la nueva refinería que contribuirá a garantizar la soberanía energética de nuestro país.  

Se trata de una mujer preparada y talentosa con todos los merecimientos no sólo para ser considerada, como ya lo hizo el presidente López Obrador, entre los presidenciables de Morena –y por si alguna duda había, este miércoles con la sonora ovación quedó demostrado que tiene con qué-, sino que también en Veracruz es considerada una de las serias aspirantes a ocupar la gubernatura del estado. 

El de ayer, fue un mensaje que resumió los logros que ha impulsado el gobierno federal durante estos tres años de resultados, y deja en claro que a la mitad del camino el presidente de México mantiene la simpatía y la aceptación de la sociedad, pues ha puesto fin a los excesos que caracterizaron a otros gobiernos, donde lo que menos importaba era el bienestar del pueblo.  

POSDATA: 

Vi con atención una entrevista que un portal xalapeño le hiciera al todavía presidente municipal, Hipólito Rodríguez, quien se fue contra los periodistas y columnistas que han criticado su labor al frente del ayuntamiento. Basta decir, como lo expresé aquí hace unos días, que enfrente del IMAC, que se encuentra casi en la esquina de Ruiz Cortines y Hortensia, hay un cráter que va para dos años sin ser atendido. Bien dicen que en lo poco se ve lo mucho. El carácter hostil y de pocos amigos que caracteriza al ya casi ex presidente municipal, quedará como mal recuerdo de su gestión.