Ha llegado el momento de analizar aquí la propuesta toral y de fondo para el Sector Energético que han dado a conocer oficialmente dos de los tres candidatos presidenciales: Claudia Sheinbaum, por la coalición ‘Sigamos Haciendo Historia’, con el respaldo de los partidos políticos Morena, PT y PVEM; y Xóchitl Gálvez, por la coalición ‘Fuerza y Corazón por México’ respaldada por el PRI, PAN y PRD. 

El caso del candidato Jorge Álvarez Máynez, del MC, cuyo mensaje de cerrar refinerías parece ser su punto de apoyo, más que propuesta de gobierno podría calificarse de promesa de campaña y por lo tanto no es comparable con las propuestas articuladas de Claudia y Xóchitl. 

El compromiso aquí es ver las propuestas con el mayor sentido analítico, crítico y objetividad, que permita mi perfil de columnista y profesional de la economía.

Inicio:

Las propuestas torales para el sector energético de Claudia Sheinbaum en resumen son: 

1.- Fortalecer a PEMEX y a la CFE; 

2.- Mantener la soberanía energética del país; 

3.- Privilegiar la inversión estatal a la privada para evitar la privatización en el sector estratégico de México; 

4.- Consolidar la estabilidad en el suministro energético mediante recursos nacionales;  

5.- Mantener la producción petrolera actual y mitigar los impactos ambientales incrementando el uso de energías renovables; 

Las propuestas torales para el sector energético de Xóchitl Gálvez en resumen son: 

1.- Modernización de PEMEX con una reducción de su enfoque en la refinación; 

2.- Mayor énfasis en la exploración y producción de hidrocarburos; 

3.- Cerrar refinerías menos eficientes y abrir el mercado a la competencia, especialmente en el Sector de las Energías Renovables y promover la inversión privada; 

4.- Promover la inversión y participación del Sector Privado en el mercado energético. 

Primero destacaré las coincidencias: 

Tanto Xóchitl Gálvez como Claudia Sheinbaum reconocen la necesidad de entrarle a la transición energética y energías más limpias, aunque con un enfoque diferente. 

Diferencias de enfoque:

Claudia va por la rectoría del Estado y Xóchitl por la modernización y la privatización. 

Claudia Sheinbaum ofrece un Modelo de Gestión estatal y control directo sobre la transición energética. 

Xóchitl Gálvez ofrece la apertura y la modernización para impulsar ese cambio. 

Ambas han sido muy cuidadosas en no dar detalles de sus propuestas, pues parecen entender el reto que enfrentarán para equilibrar las demandas económicas, sociales y ambientales en su política energética. 

Ambas procuraron no poner en la mesa la consideración de factores decisivos que determinarán el éxito o fracaso de su política energética, como son la inversión en infraestructura, las regulaciones Constitucionales (de tener que gobernar sin mayoría en las Cámaras legislativas, las contrastantes políticas energéticas expuestas se irán a la basura); lo anterior sin contar con las restricciones del mercado abierto, las políticas internacionales de la sustentabilidad ambiental, pero sobre todo, la aceptación pública que buscan con sus propuestas para traducirlas en votos. 

Es decir, detrás de las propuestas marco para su política energética, tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez -y las fuerzas políticas que representan-, esconden mucho más de lo que exponen al público. 

¿Qué es lo que esconden bajo la alfombra las dos gestiones energéticas y que al final de cuentas tendrán mayor peso y podrían ser frenos vitales a sus buenos deseos?

Algunos frenos e inconvenientes, quizá las de mayor peso se explican por sí solos, pero otros más difíciles de ver, los dejaron a la imaginación de los votantes y a la lupa de especializados analistas económicos y políticos:

Claudia Sheinbaum:

1.- Su propuesta inhibirá la inversión privada; 

2.- Corren el riesgo de toparse con la ineficiencia burocrática ancestral de PEMEX y la CFE;  

3.- No considera el mejoramiento de la productividad en las refinerías, lo que pondrá en riesgo la competitividad internacional y el aumento permanente del subsidio público a las gasolinas y a la energía eléctrica, o en su caso presionaran el alza inflacionaria en el país;  

4.- Los propios desafíos de la transición energética que implica la escasa y cara tecnología ambiental necesaria para emprender la transición energética. 

Xóchitl Gálvez: 

1.- Sus propuestas enfrentarán el fuerte impacto social y laboral que conllevará el cierre de refinerías y la reestructuración industrial y administrativa de PEMEX. Este será quizá el freno más importante para la pesca de votos; 

2.- Los riesgos naturales que implica la privatización y la liberación de la economía al poner en manos extranjeras el control del sector vital y estratégico para el país;  

3.- Un modelo para cuyo éxito requerirá de un acuerdo nacional que en los momentos actuales con la polarización política, no se ve tan factible. 

Así que, tocante al fin último, el de traducir y pescar votos mediante sus propuestas de campaña, Claudia y Xóchitl lo han hecho muy bien y con tal coherencia que les asegurará afianzar su respectivo mercado de simpatizantes que las lleve directamente a ocupar la principal silla de Palacio Nacional.

Las propuestas de Claudia Sheinbaum están orientadas a buscar el voto popular, de nacionalistas que históricamente ven a PEMEX y a la CFE como una palanca de desarrollo nacional y un patrimonio del pueblo; mientras que las propuestas de Xóchitl Gálvez se orientan hacia una economía de libre mercado y reafirman el compromiso de que su política energética de gobierno, será acorde con los capitales mexicanos y extranjeros que respaldaron su candidatura y hoy la impulsan con todo hacia la Presidencia. 

Es decir, las propuestas están claras y perfectamente orientadas y dirigidas hacia los dos tipos de electores polarizados que existen en el país, el trabajo de respaldo efectivo para inclinar la balanza de ambos modelos de país deberá buscarse en el Congreso de la Unión, pues de no ganar la mayoría calificada ahí, las propuestas de alguna una de ellas, la que gane- serán solo sueños de opio. 

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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES")