Esta mañana, en los cafés de la capital veracruzana, los sabios bebedores del mejor aromático del mundo (que comentario aparte se nos comenta que el que hoy en día producen en la región de Zongolica ha superado al de Coatepec, lo que sin duda será investigado fehacientemente, para no quedarnos con la duda), abordaron un tema que, viéndolo bien, tienen mucha razón. 

El mediocre papel que desempeñan algunos diputados y diputados en el Congreso veracruzano. Y no solo los de la actual Legislatura, porque eso es ya como una costumbre que no se preparen adecuadamente para ser dignos representantes del pueblo. 

Que mal se han visto algunos diputados y diputadas locales al momento de hacer sus cuestionamientos a los funcionarios estatales que comparecen ante el poder legislativo. 

Algunas y algunos, no pocos, se han exhibido en vivo como ignorantes del tema de la Comisión legislativa que se les asignó en la JUCOPO.  

Pero lo peor es que algunos, tampoco pocos, no pueden ni siquiera leer correctamente los acordeones que les preparan sus asesores.

Algunos más, se aprecia a leguas, solo van por las notas sensacionalistas y a ocupar los espacios mediáticos con argumentos totalmente cuestionables y algunos que hasta ellos y ellas mismas saben que son inventos de redes sociales o medios de comunicación, no obstante, los toman como verdades para buscar exhibir y hacer ver mal a los comparecientes. 

Así que los canillazos de hoy se los ganaron a pulso los diputados y diputadas que ni siquiera han llegado a comprender el importante papel que representan.