Una muestra más de que los mercados financieros no juegan a las matatenas, es que conocen mejor que nadie las técnicas acomodaticias de las calificadoras internacionales.

Un buen ejemplo es que el reciente guillotinazo que Moody’s le aplicó al crédito de USA, no influyó en las decisiones de Wall Street. El Dow, S&P se mantuvieron en números positivos, -pírricos pero positivos-. En otras circunstancias ese reporte hubiera colapsado Wall Street.
El caso es que algunos influyentes economistas y analistas financieros no entienden que Trump es un gran negociador que perdiendo gana, -una mano invisible que juega para sus intereses-. Lo que hace Trump ya se ha hecho otras veces en USA, a los güeros les importa más el saneamiento de su déficit comercial, la deuda pública y que sus arcas estén repletas de dólares. Pero eso solo se verá y entenderá quizá, con el tiempo, pues hay aún quienes siguen analizando la actualidad con teorías keynesianas.

Y ya del peso mexicano ni hablar, pues mientras que unos tiran cohetes de gusto, para los migrantes que con el sudor de su frente les envían sus dólares a sus familiares, les pega y en serio. Lo peor es que la medida de Trump, de imponer aranceles a las remesas es mucho más que un simple apretón para negociar con México, es una apetitosa manera de hacerse de más billetes,