Hoy ando en la Ciudad de México. Vine a sacar chamba administrativa para aprovechar el tiempo en que la veda electoral impide celebrar reuniones masivas para entrega de apoyos sociales.

Mejor así, ¿no? Para no meter ruido indebido al proceso electoral y ser respetuoso de las leyes y de la decisión popular.

Y como siempre que ando en el exDF, no perdoné mi escala técnica para dos quesadillas (que por acá son sin queso), una de tinga y otra de picadillo, para agarrar fuerzas y seguir.

Eso sí, de descansar, ¡nada! En la chamba soy como las abejas, no me gusta detenerme nunca.

Por cierto: justo hoy es Día Internacional de la Abeja, un animalito al que le debemos tanto y del que tenemos tanto qué aprender por su dedicación incansable, por su servicio al enjambre, porque no le hace daño a nadie, porque sabe hacer equipo, porque no es depredador, porque tampoco es parásito, porque toma el néctar sin perjudicar a las flores.

Aunque mis adversarios, que gracias a Dios son pocos y chafas, me hagan burla con lo de las abejitas, yo sigo zumbándole hacia mi chamba sin detenerme, sin perder el humor, el optimismo, el rumbo fijo y las ganas de servir.

Total, ya nomás quedan 12 días de veda electoral, contando el mero día de las elecciones. A partir del 2 de junio regresamos con todo.

Lo que la veda no prohibe (ya lo dijo el máximo Tribunal Electoral) es que los funcionarios hagamos promoción de la Elección Judicial.

Así que como no está prohibido, invito a todas y todos a que acudan a votar este 1 de junio por jueces, juezas, magistrados, magistradas, ministras y ministros, que integrarán un Poder Judicial Federal y del Estado renovados para servir al pueblo y no sólo a los ricos.

Busquen su casilla, infórmense de las candidatas y candidatos y voten por quien consideren mejores personas para impartir justicia.

Por primera vez en la historia de México la decisión estará en nuestras manos. Aprovechemos esta oportunidad. ¡Saludos desde la Capital!