Ya se veía venir que a Rocío Nahle no le temblaría la mano como a Cuitláhuac García que soportó todo, que cargó con errores evidentes de sus colaboradores y no los quiso tocar ya no digamos con un despido… vaya, ni con el pétalo de un enroque. 

Rocío sabe que, o hace un buen gobierno, o el pueblo bueno se lo puede cobrar en las urnas y les costará mucho no tan solo conservar el poder para su partido MORENA en el 2027 y 2030, sino también puede costar caro en la puja Presidencial.

Ella lo sabe y lo sabe muy bien.

Por eso es que aunque no ha habido cambios en los altos puestos a nivel Secretaría, salvo la salida de la Nena de la Reguera que la regó bonito en Turismo… sí ha habido y habrá movimientos en otras posiciones importantes.  

Según fuentes confiables, justo ahora que pasaron las elecciones y que el agua vuelve a su nivel, comenzará la salida de algunos que no han dado el ancho o cuando menos habrá ajustes en piezas delicadas para aceitar la maquinaria. 

Uno de esos cambios es el de la licenciada Beatriz Guillén Jiménez, Directora General de Administración de la Secretaría de Finanzas, quien está alistando su entrega-recepción. 

No se sabe si es un movimiento lateral, porque la Dirección de Administración es una muy importante cartera. Eso sí, se nos comenta que aterrizará en las áreas de administración de la SIOP, en donde al parecer están pasando líquidos. 

Eso sí, a Beatriz Guillén Jiménez tiene rato que le andaban cantando la salida. Apenas hace menos de un mes distinguidos periodistas comentaban que había renunciado a la Direccion, pero al parecer le aguantaron su salida hasta después de las elecciones para evitar el ruido. Pero bueno, al final sí se le cumplió y sale aunque caerá de pie. 

Hay cambios que son buenos porque ajustan. Eso sí, también hay cambios que presagian malos vientos para los ineptos o ineficientes que, es natural, se le hayan colado a Rocío Nahle.