Si algunos, o intereses creados, buscan acabar con el único medio accesible y de calidad para que veracruzanos y estudiantes de bajos recursos no tengan que salir a estados vecinos a hacer su instrucción universitaria… lo están logrando y más rápido que en lo que canta el gallo. 

De no ser por la existencia de la UV, miles de profesionistas no hubieran podido estudiar una carrera universitaria.

Por eso es que resulta interesante leer hoy aquí lo que escribe en su columna “Repechaje” el periodista Quirino Moreno Quiza: 

“* ¡UV… ¡Qué bajo nivel! Todo indica que lo que hicieron en total secreto los señores de la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana, ya de por sí mocha ante la renuncia de dos muy dignos integrantes que no quisieron ser parte de la barbaridad de IMPONER de manera arbitraria al rector Martín Aguilar, podría constituir un abuso bestial y ya varios miembros distinguidos de la comunidad universitaria han podido encontrar los recursos jurídicos necesarios y hasta más, para echar abajo esa reelección sin reelección… Y como dice el ex rector de la UV, Víctor Arredondo Álvarez, la Junta de Gobierno no estuvo a la altura de la trayectoria, prestigio ni liderazgo social de la Universidad Veracruzana… Eso que han hecho, no es una “prórroga”, sino un asalto…”

Por ello cabe la pregunta ¿Qué persigue la Junta de Gobierno? ¿A quién obedece?¿Qué recibirán por su voto a favor de la prórroga otorgada a Martín Aguilar? 

Y un apunte más para que quede claro, es que la Junta de Gobierno no es un ente amorfo, se recuerda que sus integrantes tienen nombre y apellido y fueron dados a conocer aquí ayer por el columnista Raymundo Jiménez en su columna “Al pie de la letra”: 

Juan Manuel Pinos Rodríguez y Diana Folger Pérez Staples, como presidente y secretaria, respectivamente; 

Ernesto Isunza Vera;  

José de Jesús Franco López;  

María Adela Monreal Gómez; 

Héctor Vázquez Leal; y 

Alan Jesús Morgado Bustos. 

En la decisión de otorgar la prórroga a Martín Aguilar ya no aparecen las firmas de las doctoras María Angélica Buendía Espinosa y Haydee Zizumbo Ramírez, porque dignamente renunciaron antes de prestarse a tal escándalo actual de la Universidad y en el Estado de Veracruz.