A pesar de los años, el viejo “librito” en el beisbol sigue funcionando y quién no se apega a él pierde el juego; pero en la política ya no es así, al viejo “librito” de la política los nuevos mandamases se lo pasan por el arco del triunfo, la lucha por el poder perdió su respeto, su encanto, su recato. 

Las manos tersas que guiaban los acontecimientos, hoy se han vuelto descarados desencuentros personales y a cielo abierto. 

Aquella máxima que dictó el viejo líder lechero Don Fidel Velazquez de que “el que se mueve no sale en la foto”, fue roto de manera vivaz por Vicente Fox y el mundo político llegó a pensar que el “vendedor de mariguana” estaba frito, pero no, Fox ganó la elección y logró sacar al PRI de Los Pinos. 

Hoy que la caja de Pandora se ha destapado y la Transformación llegó, se ven tanto pleitos callejeros en la cúpula del poder, como abrazos entre líderes de la oposición. 

Hoy es nota el pleito nada velado entre el dirigente estatal de MORENA, Esteban Ramírez Zepeta, y el Senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara. 

Eso, hace apenas veinte años, jamás hubiera sido tolerado por las cúpulas del poder y ya se hubiera dado un manotazo sobre la mesa o se hubiera llamado a los rijosos a sentarse en lo oscurito para llegar a un acuerdo y lavar la ropa sucia en casa. 

Ahora, ¡No pasa nada! Incluso hasta parece ser que los líderes son los que le soplan más al fuego. 

Pero como dijera el sabio, ¡Nada pasa, hasta que pasa!

El nuevo librito en la política apenas se está escribiendo y por lo tanto, aún no se sabe quiénes saldrán ganando y quiénes chillando; así que no se espanten panteras que el juego apenas empieza.