La corrupción, en contra de los que algunos piensan y acusan, no solo se da en las alturas, sino también entre los que debían encargarse de acabar con ella. 

La corrupción inicia desde que un policía, agente de tránsito, agente fiscal, juez, auditor, notario público, supervisor y cualquier otro iniciador de ver que las leyes se cumplan, cierran sus ojos por unos cuantos pesos. 

¿A partir de ahí qué pueden hacer los entes fiscalizadores? Este caso no corresponde a leyendas urbanas, sino a realidades, que a través del tiempo se han convertido en valores torcidos como el que reza: ¡No me den, pónganme donde hay! 

El caso que hoy mediáticamente camina en el país, es el de un operativo realizado por elementos de la Fiscalía General de la República.

Pero no fue un operativo cualquiera; no fue contra la conocida delincuencia organizada, sino contra la otra delincuencia, la oculta, la que lucra con sus cargos, la que vende información y sus influencias, la encargada de que la ley se cumpla. 

La FGR fue contra sus propios contralores, y removió de sus cargos para ser investigados desde la cabeza hasta los que organizadamente presuntamente lucraban con sus influencias. Delitos contra la administración de justicia, tráfico de influencias y omisiones graves, entre otros ilícitos.

Y como para que no quede en la imaginación, ni en el limbo el golpe de la FGR que por su importancia deberá tomarse como un referente para vigilar más de cerca los órganos de control interno, los nombres de los que fueron detenidos en el operativo señalados que se han publicado en medios nacionales son: 

Arturo Serrano Meneses, titular de su Órgano Interno de Control (OIC) de la FGR.

Martín Javier Morales Ramírez, secretario particular; 

José María Peña Domenech, secretario Técnico;

Carlos Enrique Rascón Yrízar, titular del Área de Responsabilidades; 

Josué Roberto Crespi Galicia, titular de Denuncias e Investigaciones; 

Sergio Agustín Taboada Cortina, titular de la Unidad de Control y Evaluación; 

José Alzati Cambrón, ahora ex jefe de la Unidad de Verificación del Destino Final de Bienes Asegurados; 

Héctor Manuel Montes Gaytán, responsable de la Unidad de Auditoría Interna; 

Alejandro Vélez Walter, titular de la Unidad Jurídica, Contenciosa y de Evolución Patrimonial; y 

Javier Maldonado Pierrette, coordinador Administrativo.

Así con los enemigos en casa. ¿Cuándo se va a terminar con la corrupción? Y no se trata de partidos políticos, se trata de delincuentes que se enmascaran como servidores públicos para satisfacer sus ambiciones personales.