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| LA BURBUJA DE LOS GOBERNANTES |
| El que Rocío Nahle haya visitado un hospital que no era el que estaba en la agenda, más allá de la burla chocarrera barata, debe servir para comprobar que no todo es como se lo pintan |
| Por: Atticuss Licona 2025-08-13 - 12:48:13 / |
![]() LA BURBUJA DE LOS GOBERNANTES / |
Tendrá una década, aproximadamente, que de un día para el otro, la Avenida Américas en Xalapa amaneció bien arreglada. No solo se podaron las plantas del camellón, sino que se pintaron las guarniciones, se limpió el pavimento y se destaparon alcantarillas. Por si fuera poco, en cada esquina había apostado un agente de tránsito en su uniforme de gala. ¡N’ombre! Una cosa bárbara, una cosa chula, bien hecha. La avenida Américas, hermosa per se, estaba radiante. Muchos xalapeños pensaron que por fin habían iniciado a componer las calles de la ciudad, pero en realidad se trataba de tener todo bonito porque Peña Nieto estaría en Xalapa y cabía la posibilidad de que del Aeropuerto de El Lencero se desplazara vía terrestre, cruzara la ciudad y llegara finalmente al Jardín Botánico. Peña Nieto en esa ocasión ni pisó el suelo xalapeño. Se trasladó en helicóptero y bajó directamente en el Jardín Botánico. Todo esto tiene un punto (se lo juro) y es que este martes se tomó a chunga que la gobernadora Rocío Nahle hubiera llegado al Hospital Rural del IMSS en Zongolica en una gira de guiada por Roberto Ramos Alor para revisar los avances del programa IMSS-Bienestar. El problema fue que Ramos Alor esperaba a la gobernadora en Tlaquilpa, donde está el hospital del IMSS-Bienestar y del que quería presumir un porcentaje de abasto de medicamentos del 80%, pero la Gobernadora llegó antes a otro hospital a unos treinta y cinco kilómetros, que pertenece pero al IMSS a cargo de Zoé Robledo y que se le reportó con el 80%… ¡Pero de desabasto! Lo rescatable (porque siempre hay algo que rescatar) es la certeza de que los meros meros machuchones, si quieren enterarse de la realidad del Estado, tienen que caer de sorpresa o ya aunque sea “por error” -como algunos dicen que llegó-, para no darles tiempo a los mandos medios y superiores a que remocen la zona, que pinten las guarniciones, que abastezcan las farmacias aunque al siguiente día ya no haya nada, que no les den tiempo de llamar a los médicos y enfermeras que en no pocas ocasiones faltan, que puedan ver la verdad, sin maquillaje y sin filtros. Las supervisiones de obra deben ir más allá que tomarse la foto con un casquito tipo Playmovil. ¿Cuántas veces no fue Cuitláhuac García y su gente a “supervisar” el Pirata Fuente? Con que hayan tomado en serio una sola de esas ocasiones se hubieran dado cuenta del enorme gazapo de las gradas. ¿Es importante la supervisión por parte del o la Gobernadora? ¡Por supuesto! Pero debe ser una supervisión seria y, si se puede, que caigan de sorpresa. Que vayan a las clínicas en las noches o los fines de semana, que pidan como cualquier hijo de vecino una cita de un especialista por emergencia para comprobar que en las noches o fines de semana los especialistas casi nunca están. Que vayan a las obras sin avisar, para que se den cuenta cómo en muchas ocasiones las máquinas están paradas y obras millonarias tienen solo una docena de albañiles. Que vayan a una escuela de sorpresa y entren a los baños, para comprobar si hay agua, material de limpieza o mínimo papel higiénico. El que Rocío Nahle haya visitado un hospital que no era el que estaba en la agenda, más allá de la burla chocarrera barata, debe servir para comprobar que no todo es como se lo pintan y que no se deje envolver en esa burbuja en la que suelen enclaustrar a los gobernantes para que piensen que todo está perfecto… cuando en realidad no lo es. Sígame en Facebook y en X en @AtticussLicona (COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA") |
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