Está visto que de no actuar oportunamente, incluso en contra portadores del PIN -según siglas en inglés- de MORENA que ella incorporó en su equipo, cargaría con culpas ajenas al final de su sexenio, mismo que cuadra exactamente con el cambio de gobierno federal.

Rocío Nahle deberá tener las mejores credenciales para ese entonces, pero no las tendrá si permite que su gente le falle, y peor si se llenan las bolsas ilegalmente.

Quizá no lleve la cuenta, pero ya varios excolaboradores que “voluntariamente” han presentado sus renuncias y otros a los que algunos titulares de dependencias estatales lo han hecho.

Fue el caso esta semana del ahora exdirector general y la exadministradora del Hospital de Alta Especialidad del Puerto de Veracruz, Fermín Martínez de Jesús y Marcela Yáñez Tapia, respectivamente.

Y es que si ya de por sí las quejas en contra del funcionamiento de ese Hospital siempre han sido rudas de parte del personal médico y familiares de pacientes, desde hace tres meses que llegaron al mando los recién separados,éstas arreciaron escandalosamente. Nadie duda de la capacidad profesional de Fernín Martínez en el ramo de la medicina, pero administrar un mounstruo como ese, es otro cantar. 

Se comenta en los pasillos de la Secretaría de Salud que cuando el titular Valentín Herrera Alor consultó qué hacer con los exdirectivos del hospital ante tanta quejas y denuncias, la gobernadora Nahle solo le dijo: “Ya le dije, usted es el responsable; si no pueden se van ellos o se va usted”.

Ante tal advertencia y sugerencia, Valentín Herrera Alor no esperó más y sugirió a la doctora Imelda Victoria Pérez Prior como nueva titular del Hospital, propuesta que fue aceptada por la mandataria, con la misma recomendación. “Pero recuerde, usted me responderá a mí y a los veracruzanos”.

Y es que la verdad, la gobernadora tiene mucho colaborador que no está capacitado y por más esfuerzo que algunos hacen la administración pública no siempre se aprende con “cursos de capacitación”, se necesita mucho más que eso.

Así que muchachitos improvisados pónganse las pilas porque Rocío no se las perdonará.