Nadie duda los efectos que causa entre lectores el arte de las caricaturas y menos del ingenio de quienes a través de ellas trasmiten el fondo y lo que está detrás del decir y hacer de los protagonistas en el compleno arte de la política.

En Veracruz, muchos hemos entendido la cruel realidad y falacia de la política al ser expuestas caricaturistas famosos como: El Tlacuilo, Beto Gato, Tío Corajes, Nicanor, Adrián, Moraliux, Jovín entre otros más que se escapan a la mente, y de los que es innecesario mencionar sus nombres y apellidos pues son íconos que no lo necesitan.

Todos ellos han logrado plasmar ideas concretas y fáciles de entender a través de un simple pero genial trazo, garabato o raya como le quieran llamar y que se han quedado grabados en las mentes de los lectores.  

A través de la caricatura se deforma la realidad, se exagera con humor, la critica se rasga con lasser, la agudez de los caricaturistas es tan profunda que supera cualquier tipo de perspicacias escritas por agudas que éstas sean.

Ha sido tan selectivo el gremio de caricaturistas que han superado las barreras del tiempo y la modernidad: actualizándose, superándose y asomándose ahora en el nuevo mundo tecnológico que ni los memes en la mayoría de las veces logran superar.

El caso vino a colación por una genial pregunta que lanzó en su Revista y red social, el famoso Tlacuilo.

La pregunta es sencilla, pero a la vez difícil de contestar:

“Y este ícono de CALAVERA en los boletines oficiales de la Fiscalía de Veracruz? ¿Es algún mensaje indirecto o solamente el mal gusto de quien sube la información? Es pregunta”.  

Es decir, la observación fina es otro de los atributos de un buen caricaturista por el ícono que utiliza quien envía boletines de la Fiscalía vía WhatsApp. 

¿Qué dirá de ello la Fiscal de Veracruz Verónica Hernández Giadáns? ¿Sí es mensaje? ¿Para quién?

Lo explicará Verónica o simplemente mandará que quiten la CALAVERA de sus boletines oficiales.