Es cierto que para todo hay tiempo, incluso es famoso el versículo que reza lo anterior. Hay tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; hay tiempo de llorar y tiempo de reír; hay tiempo de guerra y tiempo de paz. 

Por eso tal vez fue que muchas notas falsas e información dolosa y tendenciosa creció, porque en ese momento era tiempo de atender la desgracia y la emergencia, y ya después vendría tiempo de ocuparse de las guerras sucias. 

Es cierto lo que muchos han comentado, que estas inundaciones en el Norte del Estado han sido tiempo propicio y temporada de zopilotes. 

Uno a uno se han ido cayendo los mitos y mentiras que se propalaron primero en redes sociales y luego algunos medios y analistas las retomaron. Muchos, serios, incluso con la máxima de que no sabían si era real pero que el Gobierno debía aclarar. Como si el Gobierno hubiera tenido tiempo en esos momentos en los que ni se dormía para andar desmintiendo todo lo que salía en redes. 

Uno de esos mitos fue el tema de los Seguros catastróficos. Primero se dijo que al Gobierno se le había “olvidado” pagarlos y que por eso no se contaba con él. ¡Caray! Todavía ni bajaba el agua en las zonas inundadas y ya se hablaba de que el Fonden ya estaría dando resultados. Como se nota que los que difundían esa información en su vida habían estado cerca de cómo se ejercían los recursos del FONDEN. 

O también quienes aseguraban que en gobiernos anteriores la reconstrucción había sido rapidísima. Pero, por poner un ejemplo, en la misma ciudad de Poza Rica y la zona de Tecolutla, Gutiérrez Zamora y la región, para fines del 2001, es decir, 2 años después del siniestro de las inundaciones apenas se estaban reconstruyendo algunas calles con recursos Federales. ¡2 años después! 

El problema es que las notas alarmistas se viralizan más que las notas aclaratorias y hay quienes aún cuando les explican y les hacen ver la realidad, prefieren seguir en la ignorancia y siguen afirmando que eso no es cierto. Pareciera que ni metiendo el dedo en las llagas de las manos del que murió en la Cruz podrían creerlo. 

Es la fecha que se sigue insistiendo en que no habrá dinero para la reconstrucción y equiparan las cuentas que hacen banqueros para decir cuánto faltaría. Pero no toman en cuenta que no toda la pérdida deberá ser absorbida por el Gobierno, ya sea estatal o federal, también las aseguradoras privadas deberán entrarle al quite y, eso sí, la población también absorberá su parte individual.  

Pero para no ir muy lejos, ¿Qué pasa con el famoso recurso para la reconstrucción? Bueno, pues ya se ha comentado una y mil veces lo que sucede y la propia gobernadora ya explicó que el Gobierno de Veracruz cuenta con un fideicomiso para responder de inmediato ante emergencias graves y también para apoyar a las y los trabajadores del estado. Con recursos siempre disponibles sin depender de costosos seguros. 

La explicación allí está. Hasta el momento el recurso ha fluido sin reservas y el tiempo pondrá las cosas en su lugar. Hay tiempo para todo.

(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA")