México vive una jauja financiera como pocas veces se ha visto. Las instituciones de crédito proliferan con o sin regulación, y aunque muchas de ellas sí la tienen y se garantiza hasta cierto monto el ahorro de los inversionistas, las tasas de interés -una vez por los cielos- están bajando tanto para los que invierten (triste noticia) pero también para los que piden prestado (alegre noticia). 

Una de las últimas novedades en el campo bancario es que se estaciona un nuevo banco en México: Revolut. 

Luego de la carrera meteórica de Nu, que atrajo a miles de clientes ofreciendo tasas de interés de inversión sumamente atractivas y metiéndoles por debajo de la puerta sus tarjetas de crédito y planes de pago; y de la compra de Bineo a Banorte por parte de Klar con lo que también se hizo banco… llegan nuevos jugadores al campo crediticio. 

Los analistas del Expresso Matutino señalan “La realidad: México se convirtió en campo de batalla fintech. Los bancos tradicionales dominan, pero las fintech huelen sangre. Y Revolut acaba de entrar con licencia bancaria completa en la mano. Se está poniendo bueno”. 

Y sí, se está poniendo bueno el panorama. La baja en las tasas de interés dictadas por las políticas del Banco de México, ayudan a los empresarios y a los cuentahabientes para sortear el futuro inmediato con créditos más accesibles. 

Si usted tenía pensado solicitar un crédito, como dirían en las películas del Cine de Oro Mexicano “ahora es cuando chile verde, le has de dar sabor al caldo”. 

Revolut comenzará en fase beta y arrancará con operaciones masivas hasta el 2026, pero ha encendido las alertas a las demás instituciones porque seguramente querrá una rebanada del pastel. 

Mientras los niveles de cartera vencida no enciendan las alarmas, como dirían los optimistas “hasta aquí todo va bien”.