Igual que en el primer debate local que sostuvieron en Xalapa los candidatos a gobernador de Veracruz entre Rocío Nahle García, José Francisco Yunes Zorrilla y Polo Deschamps, el segundo debate presidencial se convirtió en un llamativo ring de morbo, donde los protagonistas fueron los ataques personales estercoleros y partidistas.

Es claro que para los seguidores e interesados en que la oposición integrada por el PRI, PAN, PRD regrese al poder, los ganadores de los debates de fin de semana fueron Xóchitl Gálvez y José Francisco Yunes Zorrilla.

En cambio, para los seguidores e interesados en que el actual gobierno de la 4T (MORENA, PT y PVEM) consolide su posición de poder, los ganadores fueron Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle.

De igual manera para los seguidores e interesados en que Movimiento Ciudadano haga la chica y suba al poder como una nueva alternancia política como la que hizo Vicente Fox Quesada con la caída del PRI y el triunfo del PAN, vieron ganar a Jorge Álvarez Máynez e Hipólito Deschamps Espino Barros.

Es decir, cada quién vio lo que le conviene.

Sin embargo, lo más probable es que ese 20% en promedio que las empresas encuestadoras dicen haber detectados como indecisos no hayan visto a ningún candidato como ganador, pues lo más probable también es que las propuestas que esperaban se diluyeron entre tanta medias verdades y ataques personales que como la mayoría de los encabezados mediáticos reportan, ‘Se dieron hasta con la cubeta’

Es decir, los indecisos que representan aún miles de electores no resultaron satisfechos y quizá en las próximas encuestas veremos que no bajó el porcentaje y que inclusive aumente. Sin embargo, el verdadero ganador al parecer y por lo sucedido fue el morbo, la diatriba, los ataques, las mentiras y las medias verdades, racismo, intolerancia y una exacerbada y grosera misoginia; es decir, solo hubo pan y circo.

No hubo una sola, una sola discusión fundamentada hacia una sola de las escasas propuestas planteadas por alguno de los candidatos. No hubo confrontación ni debate de ideas y propuestas, solo la exposición simple y llana de una serie de propuestas partidistas ideales para construir un mundo de Disney, en el que todo tiene solución.

Los mexicanos nos quedamos con una larga lista de propuestas sin cuestionar, sin debatir, sin que se pueda ver y dilucidar cuáles de ellas convienen o son viables para llevar al país a mejores estadios de desarrollo.  

Una prueba de lo que aquí menciono es que la encuesta Flash dada a conocer anoche mismo por la encuesta Enkoll para el PAÍS y W Radio, obtuvo que el 92% de los votantes no cambió su decisión tras el debate.

Es decir, ninguno de los candidatos convenció como para ganar adeptos a sus propuestos de gobierno.

Lo anterior se podrá comprobar una vez se conozcan los resultados de las empresas encuestadoras serias en las que lo más probable es que el rubro de los indecisos no haya disminuido, es decir ni en el primer debate local ni el en segundo presidencial se logró convencer al electorado indeciso en casi dos meses de campaña.

Pobre México, pobre Veracruz.

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