Ya era tiempo de poner orden en Chachalacas, una de las playas más pupulares más importantes de la región en la que palaperos abusivos y reciéntemente sin autorización aparecieron unos ‘inversionistas’ para hacer el negocio de su vida rentando cuatrimotos, motocicletas y vehículos 4 por 4 que se convirtieron rápidamente en una mina de oro, cuyo costo oscilaba en dos mil pesos por persona que quisieran correr una aventura y tirar adrenalina.
El tema fue que los usuarios de esas máquinas carecían de la pericia necesaria pronto ocurrieron accidentes entre los vacacionistas que debían pasar por los carriles inventados e inclusive una lamentable pérdida de vidas humanas.
Así que a los ‘inversionistas’ se les ocurrió delimitar ‘su area de negocios mediante la habilitación de un carril con dos hileras exclusivas de casi 20 mil metros cuadrados para sus máquinas dentro de la Zona Federal Marítima (Zofemat), lo cual según la PROFEPA está prohibido.
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