Los “Yunes malos” lograron agenciarse al menos por dos años la gubernatura de Veracruz, mientras que los “Yunes buenos” perdieron todo y no ganaron casi nada.
Luego, la autoimposición en el CEN priista del impresentable campechano hizo salir activos que se prepararon años esperando su momento y no les llegó. Los ‘Yunes buenos’ le cerraron el paso al cambio generacional.
En su irresponsable actuar, Alito dio un manotazo al “localismo enriquecedor” e impuso a la actual diputada federal Lorena Piñón a la que otorgó una merced real plurinominal en la Cámara de Diputados y la ubicó estratégicamente en el segundo más alto cargo del Comité Directivo Estatal, con poder incluso de quitar y poner, así como de manejar a su antojo las decisiones que se debían tomar en la presidencia.
Luego… más renuncias, más alejamiento del poder local, más odio interno, más elecciones perdidas.
Así, todo eso llevó al escenario final de este 2025, en el cual los que armaron sus propios partidos fracasados se aliaron con los del partido Naranja y hoy buscan derrotar al PRI dejando solo a su candidato oficial Silvio Lagos Galindo.
Pero qué creen, las cosas no les están saliendo como pensaron, ya que en propias palabras de Silvio Lagos, Américo Zúñiga Martínez (al que se veía como el virtual heredero del poder local priista en Veracruz) mejor se fue a Puebla a tomar jugo de naranja… vaya, que lo abandonó a su suerte.
Para nadie es un secreto que Américo se llevó al Movimiento Ciudadano las estructuras seccionales priistas y a sus principales operadores políticos; que dejó trabajando la plaza para Omar Moreno y mejor se fue de viaje. Es decir, Américo Zúñiga le dio la espalda al candidato oficial del PRI, pero no solo a él, le dio la espalda al que decía ser el partido de sus amores, al que nunca dejaría, al que nunca traicionaría, al que nunca abandonaría… pero hoy, en hechos, lo ha hecho. Lo anterior no es un invento ni un cuento chino, el propio Silvio Lagos comentó en un desayuno con la Asociación de Comunicadores de Veracruz (ACOVER) cuando se le preguntó por el apoyo del ex presidente municipal a su campaña: “lo que sé es que se anda de viaje en Puebla, tomando mucho jugo de naranja”. Al buen entendedor, pocas palabras.
Sin embargo, al parecer una vez más el famoso “Localismo enriquecedor” seguirá perdiendo espacios, ya que a Silvio Lagos Galindo se le aplaude la congruencia con su partido -del que a pesar de todo no reniega- y ha crecido en las preferencias populares en Xalapa gracias a sus virtudes personales, familiares y amistades.
Silvio no se precipita, sabe que el primero de junio puede suceder cualquier cosa, pero se siente satisfecho de que los xalapeños escucharan sus propuestas, que lo hayan recibido y lo hayan aconsejado.
La pregunta es que si a pesar Alito, Lorena Piñón y de Américo Zúñiga, Silvio Lagos Galindo logra ganar la elección, ¿Tendrán cachaza el 2 de junio para acercarse a él y tomarse la foto festejando el triunfo?
Como dirían los clásicos… veremos qué sucede, si es que sucede.
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