Mientras en México desde la oposición reclaman a la presidenta Claudia Sheinbaum su enérgica postura a la ofensiva política migratoria del presidente Trump, y la acusan de poner en riesgo las relaciones comerciales con ese país, en la Casa Blanca se retrocede y se dan pasos para evitar las redadas abusivas que atentan contra los derechos humanos.
Así, por lo que se ve, la postura de Sheinbaum y el apoyo efectivo por la vía legal que se le ha otorgado a los paisanos radicados y detenidos en Estados Unidos, han dado mejores resultados de los que quizá la propia Presidenta pensó tener en tan poco tiempo.
Tan es así que Trump anunció que cesarán las redadas en campos agrícolas, fábricas, comercios y lugares de ocio, cosa de por sí ya importante, pero quizá lo más trascendente es que Donald Trump reconoce el aporte a la economía estadounidense de la fuerza laboral mexicana.
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