Lo que sí no abona en nada al problema es la opacidad en la que se ha llevado el caso en la Secretaría de Educación. Y es que aunque los protocolos seguramente exijan discreción, siempre hay medios para informar y justificar las decisiones.
A la fecha no hay siquiera una razón justificable pública sobre lo que se basó la Secretaría de Educación para separar al ex director de la Prepa Juárez. Hasta la fecha todo sigue siendo lo que se dice, lo que se comenta, o lo que el propio señalado infiere. Acoso sexual, violencia de género, represión y persecución política, son algunas de las tesis que se esgrimen… pero no se han difundido claramente por parte de la SEV los motivos.
Mientras tanto, a minutos de recibir la resolución de la SEV del tema, el propio Luis Manuel González publicó un video donde afirmaba confiar en que las autoridades educativas tomarían la decisión con responsabilidad política… decisión que, al final, al parecer no le gustó.
Hoy señala “Trato de ser valiente aunque estoy muerto de miedo. Pero deseo que con esto nadie más sufra esta persecución”, misma que muchos han sentido en carne propia cuando son separados de sus cargos cada que una nueva administración llega.
El remover funcionarios no es nada nuevo, ha sido deporte común de las administraciones, pero en aras de no ahondar el problema, quien está fallando por el momento es la SEV, pues no puede ocultarse que es un tema que se ha politizado y se necesita, sí o sí, que la Secretaría esclarezca el entuerto y no le apueste al aburrimiento y al olvido. |