Sin embargo, al convertir esa tierra fértil en una losa gigantesca, el agua no pudo ser absorbida y las corrientes de agua no fueron calculadas. Al agua de lluvia seguramente dijeron “ahí que escurra”.
El resultado está a la vista, la calle se convirtió en un poderoso río de respuesta rápida pues no quisieron invertir en tragatormentas adecuados ni en el drenaje pluvial necesario. Desviaron el agua y ahora toda fluye por un espacio reducido que ha cerrado la circulación en este fin de semana.
A alguien se debieron encomendar pues hasta suerte tuvieron, pues las aguas no van a dañar directamente construcciones, viviendas ni autos, salvo uno que otro despistado que pudo quedar atrapado por no ponerse buzo.
Protección Civil debería actuar por “noticia criminal” y no esperar a que haya alguna tragedia que lamentar, y si el problema lo está generando la nueva plaza, obligar que arreglen el daño causado.
Se insiste, no se necesita ser un experto en drenaje y alcantarillado para deducir que si antes el problema no existía, en algo debe estar afectando la nueva plancha de concreto, ¿O no?
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