Pero no fue un temblor de tierra lo que sacudió la tranquilidad de este hermoso lugar. Fue el huracán Erick, cuyos vientos de más de 230 kilómetros por hora arrancaron de tajo la paz que normalmente se respira por acá.
Gracias a Dios no hubo muertos, pero los daños materiales fueron brutales. Los poderosos vientos de Erick hicieron volar con facilidad numerosos techos de lámina, prácticamente destruyendo las precarias viviendas de comunidades como Paso de la Garrocha, Playa Blanco de Oro, El Azufre, Zapotalito y El Alacrán, entre otras.
Las instalaciones eléctricas, los caminos, los sembradíos, los medios de transporte, los animales, ¡todo! sufrió las consecuencias.
Por eso andamos chambeando por estas tierras.
La presidenta Claudia Sheinbaum estuvo en Pinotepa Nacional el viernes (canceló una ida a Quintana Roo) supervisando las tareas de auxilio a la población y dando instrucciones de que el Gobierno Federal le entrara con todo.
Mis compañeros de Bienestar Veracruz y yo llegamos el sábado por la noche a dormir en tiendas de campaña. En épocas normales, la distancia del Google Maps entre Pinotepa y Xalapa se marca en más o menos 13 horas de camino. Nosotros tardamos mucho más por las lluvias que el sábado seguían pegando fuerte y por el mal estado de las rutas.
El domingo nos tocó trabajar con nuestra jefa, la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, quien está muy pendiente de las instrucciones de la Presidenta de que Pinotepa -y el resto de Oaxaca- vuelva a estar de pie lo antes posible.
En El Corralero, pueblo afromexicano, encontré una imagen muy triste, por ver árboles que seguramente tenían décadas de edad, si no es que pasaban del siglo, y que fueron arrancados como meros arbustos por el huracán. También, vimos la zona de restaurantes devastada por completo, sin un solo negocio en pie.
Pero en medio de esa tristeza, me encontré a gente única, genial, entrañable, que nos levantó el ánimo, como Valderrábano, quien es el médico naturista, radiotécnico y narrador de los partidos deportivos -todo a la vez- y es un personaje emblemático de la localidad.
O como doña Lulú, señora que conoce a todo mundo y es la voz del pueblo, eficaz para difundir una noticia con Radio Bemba -y que le pegó un besote a la Presidenta, cuando vino el viernes-; o el clásico licenciado, que por acá conocen como “Papá Pitufo” y que fue de gran ayuda para orientar a la gente sobre cómo hacer sus trámites.
Así es la gente de Pinotepa Nacional. Alegres de que nadie murió, de que hay oportunidad de reconstruir todo sin lamentar la pérdida de alguien querido.
No cabe duda: los oaxaqueños y los veracruzanos compartimos más que geografía nacional. Compartimos historia, valores y temple. Ni ellos ni nosotros nos quebramos con la adversidad, ni perdemos la sonrisa, ni el optimismo, ni la determinación de levantarnos y seguir adelante.
Saludos, desde Pinotepa Nacional.
Pd. Y mientras andábamos en esas, la lluvia pegó feo también en Veracruz. Ayer domingo, otro equipo de Bienestar -que se había quedado para sacar chamba normal de la Delegación- le entró al apoyo en el distribuidor vial de la Central de Abastos y en Valle Real, donde la gobernadora Rocío Nahle ya había ordenado medidas de auxilio.
Pd. 2.- Hoy cumple años mi padre, Juan Jona. Quisiera abrazarlo en persona, pero él mismo me enseñó (entre otras muchísimas cosas) que el deber es primero. Gracias, papá, por la vida y por enseñarme a vivirla.
Pd 3.- Y hoy cumple años también nuestra admirada presidenta Claudia Sheinbaum. Desde Pinotepa Nacional, la felicito y le expreso mi gratitud, mis respetos y mis mejores deseos. |