Pues ¿Qué creen? Que el líder cañero Carlos Blackaller sí dio la cara, aunque no lo hizo aquí como se le solicitó, sino que lo hizo en el diario Nacional “La Jornada”… pero no importa, da igual, lo importante es que responda.
En una entrevista que Carlos Blackaller dio a La Jornada, el dirigente nacional de la CNPR expuso la situación del sector azucarero y reconoció que el sector enfrenta momentos preocupantes:
1. Una caída de 10% en el precio por tonelada (del dulce);
2. Reducción de 35% en el consumo per cápita;
3. “Altas exportaciones” de fructosa (sic), son importaciones de fructuosa y campañas negativas contra el consumo del dulce de caña;
4. Disminución en los cultivos y la calidad de estos, lo que derivará en una producción de endulzante de 4 millones 800 mil toneladas para este año, afectada por los impactos del cambio climático y las plagas;
5. “El consumo de azúcar ha disminuido 35% en los últimos 30 años --de 48 a 31 kilos por persona anual”;
6. “El consumo de fructosa, que era nulo antes del Tratado de Libre Comercio de 1994, hoy alcanza entre 14 y 15 kilos per cápita”.
¡N’ombre! Este líder salió un estadista. ¡Se sabe los datos de memoria! Pero ¿De qué sirve que se sepa los datos señor Blackaller? Aparte, según él, hace mucho por los cañeros, pues “Ha tenido reuniones -la primera el 23 de mayo- con el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, y funcionarios de las secretarías de Economía y Hacienda para abordar la problemática, buscar apoyos y mecanismos para proteger al sector”. Le faltó decir que no ha conseguido nada, no faltan quienes lo señalan por estar vendido con el gobierno.
Además, en sus sesudos análisis que hace de la economía, el sector y el PIB agropecuario y agroindustrial, se ha dado cuenta que:
1. “La industria enfrenta un escenario de precios muy bajos para la sostenibilidad de la cadena productiva, aunque existe una oferta adecuada”;
2. “A pesar de aplicar todos sus mecanismos técnicos para activarlo: el mercado nacional no responde favorablemente" -No dijo cuáles mecanismos, pero si los ha hecho no se ven-.
La pregunta es, ¿De qué les sirvió a los cañeros del país esa entrevista dada a un medio nacional, en la que ni siquiera se le preguntó qué planes tiene para sacar adelante al sector? ¿Por qué en la época de bonanza de buenos precios del azúcar no exigió a los empresarios dueños de los ingenios que reinvirtieran y mejoraran tecnológicamente las fábricas? ¿Por qué no se reinvirtió en el campo, no se mejoraron las variedades, no se invirtió en riego parcelario, levantadoras de caña?
O mejor dicho, ¿Por qué no proponer un último esfuerzo conjunto entre cañeros, industriales y gobierno para hacer todo eso que no se hizo en su momento?
Lástima que sus sesos no le den para eso y prefiera seguir viviendo políticamente de las cuotas de los sufridos cañeros y pequeños propietarios, de los que además debió salir el costo de la entrevista en el medio nacional mencionado.
Pero el principal problema vendrá cuando en lugar de buscar soluciones viables se le ocurra sacar a las calles a los productores para hacer escándalo y que el gobierno le aumente la dieta y seguir viviendo en la opulencia personal.
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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES") |