Urge que la gobernadora Rocío Nahle le ponga un ojo encima de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV), pues en lugar de cumplir con su misión, al parecer el bisne legal sigue siendo su objetivo principal.
Esto viene a colación por el deprimente mensaje que le envían 350 familias pobres desde el Municipio de Cuitláhuac para las que el abasto del agua sigue siendo una desatención ancestral.
Quizá las actuales autoridades de la CAEV se les olvidó que los votos que llevó al poder a MORENA vinieron precisamente de ahí, de las colonias y comunidades pobres y que el discurso de Claudia Sheinbaum como el del iniciador de la 4T, Andrés Manuel López Obrador, sigue vigente: “Por el bien del país -MORENA- primero los pobres”.
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El problema es que mientras los altos funcionarios de la CAEV llegan cómodamente a sus oficinas en lujosas camionetas y cuentan con estacionamiento exclusivo, cobran muy bien y gozan de clima en sus oficinas, en la mayoría de las ciudades y pueblos el agua sigue sin llegar a ser potable, llena de arena, mal oliente y eso cuando hay.
En la mayoría de las ciudades, los pozos no funcionan porque las bombas adquiridas para ello no funcionan, son viejas, y lo peor, la burocracia vive en su mundo de privilegios y de los ‘moches’ por ‘atender’ a los quejosos que se cuentan por miles.
Se sabe que Roma no se hizo en un día, pero también que MORENA y el gobierno emanado de ese partido no pueden hacer milagros, pero también que la paciencia tiene un límite, si no que le pregunten a los simpatizantes del PAN y PRI que durante años, vivieron como hoy viven los empleados privilegiados de MORENA. |