Después de 40 días de ayuno y 3 días sin tomar líquidos, huelguista de hambre es retirado de su protesta

Irineo Pérez Melo.- Luego de permanecer dos días encadenado en un poste del alumbrado público, a un costado de la Plaza Sebastián Lerdo de Tejada de esta capital, Juan Ricardo Ordóñez Jerez decidió quitarse de ese lugar donde protestaba para bloquear la Avenida Juan de la Luz Enríquez y presionar a las autoridades para que les resuelvan su caso.

Apoyado por otra persona, que desde hace muchas semanas mantiene una protesta por un presunto despojo de su vivienda, el huelguista de hambre, que este día cumplió 40 días en ayuno, insistió en ser atendido por la gobernadora Rocío Nahle, ya que los funcionarios que han acudido solo le dan evasivas y no le resuelven nada.

Con la cadena enrollada en el cuerpo y sujeta a dos bambalinas bloqueo totalmente la citada avenida provocando un serio problema en la circulación en el centro capitalismo, sobre todo porque es la hora de salida de los trabajadores que laboran en las diferentes oficinas gubernamentales.

Y es que habría advertido que no retiraría el bloqueo de la calle de Enríquez hasta que se ha recibido por la gobernadora, Rocío Nahle García, él se encuentra sentado en una silla color blanca, así también colocaron varias lonas en el piso de esta calle de Enríquez.

El oriundo de Coatzacoalcos, quien ya presentaba estragos en su organismo por el ayuno prolongado, en un principio se negaba a ser canalizado al hospital para recibir atención médica.

Hasta el lugar donde se manifestaba, acudió el subdirector de Política Regional, de quien solo dijo llamarse Mayolo, de manera prepotente pretendió desalojarlo, sin darle ninguna alternativa de solución al problema planteado desde hace 40 días y al lograr su cometido, retornó a sus oficinas.

Al filo de las 14:00 hora, el manifestante fue retirado del sitio donde realizaba su protesta por personal de Política Regional y de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), sin darle ninguna solución al problema y poniendo en riesgo su integridad física y de su familia, ante las amenazas de muerte sufridas por los familiares del exdiputado local Gonzalo Guizar Valladares.

"No quieren hablar conmigo, llevo 40 días sin comer y tres días sin tomar agua. Hablé al 911 y me dicen que es un capricho lo que yo estoy haciendo aquí; no es un capricho, es una manifestación porque no me quieren atender, incluso estas personas (funcionarios de gobierno) me insultaron y se burlaron de mí, que tenía 100 kilogramos de sobrepeso, que estoy comiendo por allá", argumentó por último en su defensa.