Baste recordar que somos un país petrolero, que importa más de 60% de la gasolina y otros petroquímicos que consume el país. Y además, también se sabe, que importar alimentos, es otra expresión de la creciente dependencia externa que se vive.
Más allá de características de análisis y debate actual, o de todos los tiempos; oportuno y conveniente tener presente, que la ciencia tiene, entre otras, como característica esencial su renovación permanente.
Y también, recordar las preguntas relacionadas con la efectividad de la teoría utilizada y de las políticas públicas aplicadas y nunca o raramente evaluadas. ¿Son útiles y efectivos conceptos, supuestos, conclusiones y propuestas de las ciencias utilizadas? ¿Son pertinentes, aplicables y prácticos, los proyectos, acciones, programas y políticas gubernamentales seleccionadas y realizadas? ¿Cuáles son los resultados y los hechos registrados? ¿En verdad sirven y son útiles, a la realidad en la que se aplican? ¿Qué avances y beneficios se obtienen, al usar y aplicar los escasos recursos públicos canalizados? ¿O se trata de entretenimiento, ejercicios abstractos o aportaciones imaginarias, sin vinculación con la realidad que se supone pretenden o deben transformar?
Esto sin demérito o menoscabo, que algunas de sus contribuciones tienen o adquieren, al alcanzar casi el grado de parámetros o principios de aplicación universal.
Lo cierto y aceptado, es que más allá de sus campos de conocimiento y exploración (Teoría); y de su experimentación y aplicación (Práctica), se reconoce que existencia, fortalecimiento y expansión científica, se basa en su renovación permanente, que empieza por cuestionar y ampliar sus alcances y límites actuales.
Investigación y aportación, movimiento y acción científicas no se detienen, e incluyen una amplia y permanente autoevaluación.
En este contexto de Teoría y Práctica de la ciencia de la Economía, llama la atención el interesante y fundamentado trabajo, “Elevado gasto público y bajo crecimiento: ¿una anomalía mexicana?”, del reconocido economista veracruzano José A. Reyes.
http://www.economia.unam.mx/assets/pdfs/econmex/06/03AntonioReyes.pdf
Su contribución al debate se centra, para empezar, en temas como:
- Un análisis, de la magnitud y evolución por 20 años, de la tasa de crecimiento acumulada del gasto público y de la deuda, que fueron más altas que la tasaacumulada del Producto Interno Bruto (PIB).
- El cuestionamiento, de la refutada idea tradicional mexicana, convertida en supuesto oficial, de que por sí, un creciente presupuesto público produce mayortasa de crecimiento del PI
- El señalamiento, del inconsistente y repetido punto de partida, tanto teórico como de política oficial puesta en práctica y renovada anualmente, que en general no ha cambiado, con la aprobación presupuestal, la ley de egresos y otras acciones institucionales
- El error que descansa, según el cuestionamiento central, tanto en la persistencia en el uso y abuso de supuestos de un enfoque teórico anquilosado, rígido y alejado del contexto económico real del México actual.
- Los daños causados, pues en 20 años se ha comprobado, que un mayorpresupuesto público ha producido: para empezar, más deuda y menos inversiónpública; un posible retroceso o, cuando menos, un nulo o insignificante impactopositivo sobre el PIB.
- Así, ante la inmediatez, se señala y advierte que se puede ir de mal en peor, como resultado de sostener y aplicar un mismo enfoque, orientado y apoyado, por el tradicional tipo de política y su correspondiente reforma administrativa, para generar más ingresos público
- Además, incorpora una propuesta, “una visión paradigmática para financiar laeconomía que podría ser una política alternativa factible”.
En todo caso, se recomienda leer, analizar y debatir, el tema propuesto oportunamente por José A. Reyes. Sobre todo porque puede ayudar a evitar seguir repitiendo costosos errores, en todos los ámbitos de gobierno:
“En los últimos veinte años, la dinámica del gasto público en México y el crecimiento económico han contravenido la visión convencional de que con mayor gasto se logra unmayor crecimiento económico.”
Por lo pronto, vuelve al debate público y abierto, la obligada evaluación de la verdadera efectividad de la Economía en la nueva realidad. No más rollo del desarrollo, ni extensión al infinito de la buena intención. Obligado pasar de dichos, a hechos y resultados.
El trabajo de José A. Reyes, se puede encontrar en la ampliamente reconocida, Revista de Economía Mexicana. Anuario UNAM, Año 6, núm. 6, 2021. http://www.economia.unam.mx/rev_econmex.html
Hay que fortalecer diálogo y debate, para apoyar e impulsar saber y conocimiento científico, así como sus soluciones y propuestas a los múltiples aspectos y problemas de nuestra realidad actual y futura.
CORRUPCIÓN EN LA UNIVERSIDAD.
El tiempo pasa, comprobándose que todo plazo se cumple y exige la correspondiente evaluación, propuesta y previsión.
Respecto a la Universidad, lo importante es defender, sostener y fortalecer, tanto su autonomía, como su apropiado funcionamiento.
Empezando por enfocar e incrementar, apoyo y atención a la Sociedad, que es sin duda, origen y destino, sostén y respaldo.
En lo inmediato, asegurar y garantizar, la sucesión transparente y legal sucesión. Insistir en incrementar presencia, participación y evaluación de todos, particularmente de estudiantes, académicos y trabajadores.
Singular oportunidad de manifestar e intercambiar, opiniones y propuestas, y abordar todo tipo de problemas que le afectan.
Tiempos de renovación y cambio, en los que inevitablemente se abordaran problemas, como la corrupción en la Universidad.
Al respecto, interesante el profesional esfuerzo que han iniciado un grupo de universitarios, empezando con la realización de una encuesta, cuyos resultados y análisis presentará el IIESCA.
Por lo pronto, ya tienen la atención de la comunidad universitaria.
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH, Facebook: VeracruzHoydeRafaelAriasH |