Astrolabio Político.
Luis Ramírez Baqueiro.
 

Otras entradas
2025-05-06 / La gracejada de un “moreno” que pagará una Fiscal
2025-05-05 / Fidel Herrera Beltrán: el último priista
2025-05-02 / “Gobierno firme, FGE irresponsable: el caso Coxquihui”
2025-04-30 / Arrancan campañas en Veracruz: entre el respaldo nacional y la sombra de la violencia
2025-04-28 / Morena en Veracruz arranca fuerte… pero con fuego amigo
2025-04-22 / ¿Por qué la oposición no logra despegar en Veracruz?
2025-04-21 / MC en Veracruz: el arte de simular y fracasar
2025-04-17 / La campaña negra contra Daniela Griego
2025-04-16 / “Nunca más”; el significado de esta poderosa frase rumbo a las elecciones municipales
2025-04-15 / El futuro del taxi en Veracruz
 
Violencia política en Veracruz: ¿instrumento de poder o coincidencia repetida?
¿Quién se beneficia del caos en Veracruz?
2025-05-07

“El que no ha caído no sabe cómo es posible levantarse.” – Kuprin.


En pleno proceso electoral, Veracruz vuelve a ser escenario de hechos lamentables que ponen en tela de juicio no solo la seguridad en la entidad, sino también las intenciones de ciertos grupos de poder que apuestan, peligrosamente, a la violencia política como una herramienta para desestabilizar. Desde el asesinato de aspirantes hasta la trágica muerte de un ciudadano campesino en Uxpanapa, los hechos no parecen casuales, sino parte de un patrón con fines políticos claros: generar caos y restar legitimidad al Gobierno que encabeza Rocío Nahle García.


El reciente incidente ocurrido en Uxpanapa, en el que un hombre perdió la vida en un convoy donde viajaba la dirigencia estatal de Morena, ha sido rápidamente instrumentalizado por la oposición para atacar al oficialismo. La pérdida de una vida humana, por mínima que parezca en el análisis político, es siempre lamentable y exige justicia. Sin embargo, el uso oportunista de este hecho revela una intención más profunda: sembrar la percepción de que el Gobierno es incapaz de mantener el orden. Nada más alejado de la realidad.


Lo grave no es solo la muerte en Uxpanapa, sino el contexto general. Apenas horas después, en Oluta, un ex aspirante a la candidatura de Morena de nombre Marte Barbaro Hernández fue asesinado. ¿Quién tiene interés en desestabilizar la entidad justo en el momento de mayor competencia política? ¿Qué grupos aparecen una y otra vez en las coyunturas donde la violencia emerge como un actor más de la elección? La respuesta, aunque no directa, se insinúa sola.


La oposición que hoy señala con dedo inquisidor a Morena, acusándolo de politizar la violencia o de responder con críticas al pasado, parece haber olvidado episodios similares que marcaron sus propios gobiernos. ¿Ya no recuerdan los accidentes durante campañas pasadas que costaron vidas y que también dejaron heridas en la estructura política del estado? Casos como el accidente de Erick Lagos Hernández en plena gira o el trágico suceso en el que se vio involucrada Marijose Gamboa, ocurrieron en procesos electorales previos. Y, sin embargo, hoy nadie los recuerda.


La crisis política en Veracruz no es nueva. Lo que sí es novedoso es el rostro que asume cada seis años, dependiendo de quién está en el poder y de qué tan amenazado se siente el viejo régimen. En este proceso, lo que está en juego no es solo una elección, sino el control del poder real. Pregúntese: ¿quién se beneficia del caos? ¿Quién siempre está presente cuando ocurren estos hechos? Usted saque su mejor conclusión.


Al tiempo.


astrolabiopoliticomx@gmail.com


“X” antes Twitter: @LuisBaqueiro_mx


 


 


 

 
Regresar a la Página Principal
Aviso de Privacidad
 
Comentarios
 
En Política al Día nos interesa tu comentario, es por eso que creamos este espacio para tí. Aquellos mensajes que contengan un contenido vulgar, difamatorio u ofensivo, serán eliminados por el administrador del sitio. Leer normas y políticas