Tanto doña Sara como don Víctor y don Raúl se reeligieron para un segundo periodo al frente de la Universidad, pero los tres se apegaron a la normatividad y participaron en el proceso de selección que señala la legislación vigente, específicamente en la Ley de Autonomía, pero también en la Ley Orgánica y el Estatuto General.
Y eso es lo que le reprochan a su sucesor. ¿Por qué no dejar que la JG lanzara la convocatoria en tiempo y forma? ¿Por qué no permitir que universitarios distinguidos pudieran participar en la auscultación y presentar sus proyectos y su currículum? ¿Por qué el actual Rector evitó participar y competir en un proceso abierto y limpio para conseguir que la comunidad universitaria le extendiera la oportunidad de otros cuatro años de mandato, como hicieron sus sucesores?
La respuesta es evidente: el Rector no tiene una buena imagen y no ha obtenido buenos resultados durante su administración. No obstante la percepción pública de éxito y logros que han querido forjar sus encargados de difusión -tan limitados para informar como lo ha sido su jefe para mandar-, lo cierto es que cunde la noción de que la UV ha caído en picada en sus indicadores, que hay muchas sospechas sobre el manejo del presupuesto destinado a la casa de estudios.
Así, los tres más prestigiados universitarios de las últimas tres décadas -Sara, Víctor y Raúl- están dando la batalla por rescatar precisamente el prestigio y por defender la autonomía que tan celosamente guardaron ellos durante sus mandatos.
Qué enorme satisfacción ver que nuestra alma mater tiene académicos de esa enorme talla, que desde su sitial en la historia dan la voz de alarma y participan activamente en contra del secuestro de la querida Universidad Veracruzana.
[Para los lectores que quieran ver la entrevista de los exrectores, con gusto el link: https://www.youtube.com/watch?v=g6uT6_z04k0].
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