El diputado Esteban Bautista salió esta semana a desmentir las versiones de una división en la bancada de Morena en el Congreso local, que pudiera provocar la escisión de ese grupo parlamentario y la conformación de dos “mini-bancadas”.
El coordinador de los diputados de Morena y, como consecuencia de su amplia mayoría, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), atribuyó esa versión a un “columnista resentido” porque no fue aceptada su propuesta de un convenio de publicidad de 80 mil pesos mensuales.
El desmentido del legislador, sin embargo, atiende apenas a la más reciente versión de una asonada en su contra. Lo cierto es que, incluso desde antes de que iniciara la actual Legislatura y de que se dictara “línea” desde la oficina de Rocío Nahle para elegirlo coordinador de la bancada, ya había un grupo de su mismo partido que intentaba dinamitar su nombramiento.
Para nadie es un secreto (en Morena no se caracterizan por su discreción) que la entonces diputada presidente de la mesa directiva, Tanya Carola Viveros encabezaba un grupo al interior de la bancada que buscaba desplazar a Esteban Bautista.
Lo cierto es que no creían que tuviera tal cercanía -y respaldo- por parte de la gobernadora Rocío Nahle y luego de algunos intentos, cuando confirmaron la solidez de su posición, optaron por buscar espacios en otros terrenos, como la UV y algunos municipios.
Rocío Nahle encontró en Esteban Bautista al operador político que necesitaba para dirigir el Poder Legislativo: leal como muy pocos de los que la rodean; con experiencia y oficio político, pues ha transitado por escenarios tan complicados como la guerrilla y ha demostrado su capacidad de negociación en el sureste de la entidad.
Su posición, sin embargo, es ambicionada por actores políticos que se sienten tanto o más cercanos a la gobernadora, con tantos o más méritos que él y que contemplan al Poder Legislativo como “el escalón” para estar en condiciones de competir por el más alto cargo en el 2030.
Tendrán que buscar otra ruta.
Mientras tanto, ya algunos que lo veían con recelo se han dado cuenta de que Esteban Bautista está siempre dispuesto a escucharlos, a encontrar en el diálogo las mejores decisiones y se han empezado a acercar a él. Muchos de ellos formaban parte del grupo que a finales del año pasado pretendían desplazarlo. Ya cambiaron de opinión.
Una vez superadas las diferencias con la mayoría de sus compañeros de partido, Esteban Bautista ha concentrado sus esfuerzos en sacar adelante los temas que más interesan a la gobernadora, pero construyendo consensos y evitando caer en la tentadora ruta “fácil” del mayoriteo.
Lo que resta del presente año vienen asuntos delicados, en los que el trato amable del presidente de la Jucopo será fundamental para transitar en los mejores términos: el informe de la gobernadora, el proyecto de presupuesto para el 2026, las comparecencias de los secretarios y el relevo en la Fiscalía son algunos de esos asuntos en los que se valorarán las capacidades de Esteban Bautista.
Ya lo veremos.
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Epílogo.
La plaga del gusano barrenador del ganado sigue avanzando por territorio veracruzano, sin que las autoridades encuentren la solución. *** Los retenes sanitarios se convirtieron en cuellos de botella y generaron otro problema, la corrupción de inspectores que le ponen precio a los certificados que se requieren para transitar con el ganado por las carreteras del país. *** Los reportes de la presencia de esta plaga se tienen lo mismo en Playa Vicente que en Ixtaczoquitlán; lo mismo en el sur que en el norte. *** Ha trascendido que especialistas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) están programando una visita a Veracruz para el mes de octubre, pues ya no confían en los reportes de las autoridades de sanidad animal, ni las estatales, ni las federales. *** El problema es que la contención del gusano barrenador fue un encargo personal, directo, de Claudia Sheinbaum a Rocío Nahle. La gobernadora delegó ese tema en alguien que -asegura ella- “sabe mucho” de ganadería: su esposo José Luis Peña, pero no se están entregando buenas cuentas al gobierno federal. *** Dicen que ya hubo “jalón de orejas” para el titular de la Sedarpa, Rodrigo Calderón, y que “El Potrillo”, Carlos Jiménez, subsecretario de Ganadería, está tratando de aprovechar la crisis para pegar el brinco en el escalafón. *** Todos buscan su beneficio y nadie se concentra el lo realmente importante: frenar el avance de esta plaga.
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