Hay tramos carreteros donde sale más caro el caldo que las albóndigas y uno de éstos es el que va de México a Acapulco por la Autopista del Sol. Esta autopista tiene 367 kilómetros de longitud y cinco casetas de peaje. Si la recorres de ida y vuelta lector, el viaje te saldrá más caro que si te subes a un avión para hacer el mismo recorrido.
Si las carreteras federales y estatales estuvieran en buenas condiciones y fueran seguras, nadie pegaría de reparos por pagar lo que fuera de peaje, pero no es así.
La caseta de Fortín formaba parte de la Autopista Córdoba-Veracruz que tardó una eternidad en construirse. Esta caseta siempre fue mal vista por los automovilistas porque la autopista está en malas condiciones, no es segura y el peaje era caro: 270 pesos por automóvil todavía en 2025.
Como candidata a la gubernatura, Rocío Nahle prometió quitarla y como gobernadora lo cumplió, pero...
Ahora resulta que en lugar de una caseta habrá dos en ese mismo tramo, lo que ha puesto furiosos a los automovilistas de la zona y a los camioneros que utilizan de manera cotidiana esa vía.
Y las protestas no se hicieron esperar lo que obligó a la gobernadora a decir que esas dos casetas no se van a construir, pero el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) dice otra cosa.
De acuerdo con documentación oficial, el próximo 18 de noviembre se dará a conocer el fallo de la licitación oficial para que de inmediato arranque la construcción de esas dos casetas, que estarán en el tramo carretero Córdoba-Orizaba-Ciudad Mendoza.
Al saberlo, la gente de aquella zona se enchiló, la gobernadora intervino para apaciguar los ánimos y reiteró su negativa a la construcción, pero Banobras dice que las casetas van.
Urge un diálogo entre autoridades federales, estatales, Banobras y los posibles afectados porque de lo contrario habrá bronca y broca gruesa.
En lo personal lector y salvo tu mejor opinión, soy partidario de las casetas de peaje, siempre y cuando haya mejores y más seguras carreteras.
¿Tu qué opinas?
Álamo se pone de pie
Desde la semana anterior y por instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum y de la gobernadora Rocío Nahle, el subsecretario de Gobierno José Manuel Pozos Castro, se encuentra coordinando las labores de rehabilitación que los tres niveles de gobierno están llevando a cabo en Álamo, uno de los municipios que junto con Poza Rica, resultaron con más afectaciones tras las fuertes lluvias del 10 de octubre. Y la recuperación está avanzando a grandes pasos.
De acuerdo a reportes periodísticos y de los mismos habitantes, ya están limpias casi la totalidad de las calles del municipio lo mismo que los caminos que llevan a las comunidades rurales.
Ya se abrió el Registro Civil al que pueden acudir las personas que perdieron sus actas de nacimiento o matrimonio. El servicio de energía eléctrica ya se restableció casi en su totalidad, casi todas las escuelas están limpias lo mismo que los hospitales y clínicas. La ayuda que sigue llegando se reparte de manera equitativa entre los más necesitados y los servicios médicos funcionan al 100 por ciento.
Ya abrieron decenas de comercios, el mercado empieza a funcionar con normalidad. “Ya hay vida en Álamo”, dijo uno de sus habitantes.
“Ha sido una tarea titánica, pero con el auxilio del Ejército, Marina, Guardia Nacional, personal voluntario y la misma ciudadanía, Álamo se está levantando”, me dijo una persona cercana al subsecretario.
Bien.
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