Sin mucho que presumir, el diputado Javier Herrera Borunda dio a conocer su primer informe legislativo, en el que dejó claro que está listo para seguir sirviendo a donde Veracruz lo necesite. El heredero político del exgobernador Fidel Herrera Beltrán tiene como prioridad ir a la conquista de todo el territorio veracruzano con la bandera del Partido Verde Ecologista. Tanto Morena como los Naranjas deberían tomar nota y no echar en saco roto las acciones del líder moral del Verde Ecologista en la entidad, porque este joven político, a valores entendidos, está avisando que buscará hacerse de más territorio en nuestra entidad.

Herrera Borunda será no tan bueno para legislar, pero para operar en territorio se pinta solo, y más si tiene a su lado a sus aliados estrellas. Por lo que hoy los Verdes tienen perfectamente claro cómo desplazarse en el territorio veracruzano. Si no, veamos la disciplina y el trabajo político de sus líderes regionales, como Iván Villanueva Sánchez en la zona de los Llanos del Sotavento, Divaj Díaz del Castillo en los Tuxtlas y en Catemaco, Julián Organista Barranca, quienes gracias a su trabajo partidista, lograron que el Verde en estas dos regiones se fuera a la primera y segunda fuerza en las próximas administraciones municipales.

Tan solo pongamos de ejemplo la ciudad de Alvarado, lugar donde Beto Cobos Márquez se impuso electoralmente, ganando la elección municipal y será el alcalde Verde de esta próspera población o en San Andrés Tuxtla, lugar en el que Gabriela Díaz del Castillo será síndica y Gerardo Chávez Carrión regidor en el próximo Ayuntamiento. Así, la representación de este instituto político se siente en varios puntos de Veracruz, donde crece la popularidad del Verde.

Vienen conflictos municipales

Quienes piensen que las críticas, pugnas y altercados entre los alcaldes entrantes y los presidentes municipales salientes están concluidos se equivocan, porque esta confrontación está en su máxima capacidad en torno a la entrega-recepción, sobre todo en varias administraciones municipales de los Tuxtlas y de los Llanos del Sotavento. Tan solo en lugares como Ciudad Isla, José Azueta, Santiago Tuxtla y varias más son ejemplo de esto, ya que existieron fricciones entre autoridades entrantes y salientes por lo que al perder las imposiciones, los nuevos munícipes, luego de ganar, están buscando desvíos administrativos y financieros de sus opositores hasta por debajo de las piedras con la finalidad de ir por ellos en el futuro. Veremos en qué terminan estos líos.

Jorge Fabián Cárdenas Sosa, alcalde inocente

El municipio de Lerdo de Tejada es un caso especial para el ORFIS, donde los diferentes sectores de la sociedad de esta productiva población comentan que el alcalde Jorge Fabián Cárdenas Sosa se está tardando en dar a conocer la total verdad sobre el responsable del quebranto financiero que sufren las arcas municipales. Entre la clase política lerdense se insiste en que el faltante va más allá de los 15 millones de pesos. Incluso, existe un posible responsable, el cual se señala es la síndica María Esther Arróniz Zamudio, de quien se rumora desvió este recurso durante los tres años en que fungió como alcaldesa sustituta.

Entre los habitantes de este singular rincón veracruzano se comenta abiertamente que no es justo que el actual munícipe Fabián Cárdenas esté haciendo hasta lo imposible para poder resolver los grandes problemas financieros que heredó con tal de cerrar la administración municipal, por lo que es prioritario que hable y denuncie los desvíos de recursos para que no lo sigan señalando de algo que no se comió y para que cierre su gobierno libre de pecados.

Catemaco y su futura comuna

Ojalá, para bien de los catemaqueños, se generen las condiciones políticas para que los integrantes de la futura comuna municipal logren un buen acuerdo con el alcalde Manuel Eduardo Toscano. En este municipio urgen muchos asuntos socioeconómicos por resolver en el área urbana y rural de este importante rincón veracruzano. No es posible que los futuros funcionarios municipales se dejen llevar por el canto de las sirenas y no cumplan la palabra empeñada con la paisanada catemaqueña.

Y nos vemos en la otra.

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