Hace cinco años, la petición había sido desechada, hoy, el Tibunal Federal advirtió que “… es lógico considerar que existan diversos grupos criminales en la entidad (como ocurre) y cuyas modalidades para la comisión de los delitos son modificadas, en aras de evadir las medidas previamente implementadas para mitigar los actos de violencia en contra de las mujeres y las niñas.”
Con estas consideraciones la solicitud fue admitida. De acuerdo con la “cartografía del feminicidio en México”. Elaborada por la CNDH, el estado de México, Veracruz, Jalisco y la Ciudad de México son las entidades federativas que acumulan el mayor número de feminicidios en lo que va de 2021.
En 2020 de los 142 casos de asesinatos de mujeres, 104 fueron clasificados como feminicidio y los 38 restantes, fueron re clasificadas como homicidio doloso. Ya la activista Myruam Lagunes Marín acusó, en noviembre pasado, que “las cifras de femincidios en Veracruz se distorsionan”. A pesar de ello, nuestra entidad en la segunda con más casos de feminicidios en el país.
Las razones para que se analice la conveniencia de una tercera alerta de género en Veracruz, sobran. La violencia feminicida no para. Forzosamente se deberán implementar nuevos protocolos para prevenir este tipo de delitos en contra de las Mujeres y las niñas veracruzanas. Tendrá que ser así. Y tendrá que ser muy pronto.
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