¿Kime cuentas?
Sebastian Kim.
 

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Andrés Manuel Chávez Calderón
2022-09-16

Fue un 10 de diciembre de 2006 cuando el entonces presidente Felipe Calderón declaró la guerra frontal contra el narcotráfico, desplegando 6 mil 500 elementos del Ejército al estado de Michoacán. En aquellos tiempos, un opositor reconocido, férreo defensor de los derechos humanos y principal activista en contra de la militarización condenó enérgicamente esta medida y auguró una estrategia fallida y consecuencias negativas para los mexicanos.


Hoy en día aún existe en el pensamiento colectivo nacional la idea de que tal vez si Calderón hubiera continuado con esa estrategia, hubiera logrado erradicar a los ‘narcos’. En lo personal, viendo los resultados que dejó aquella estrategia, yo concuerdo con aquél opositor de 2006, militarizar el país no es buena idea, bajo ninguna circunstancia ni por ningún motivo, no hay forma de que eso resulte bien. ¿Por qué? Sencillamente porque el militar no está socializado con su entorno, no pertenece a una comunidad. Con facilidad puede viajar de un lado del país al otro cumpliendo su deber y haciendo lo que se le ordene. El policía, en cambio, conoce su entorno y es parte de una comunidad, por lo que es capaz de resolver conflictos sociales bajo un enfoque ciudadano, no militar.


En fin, 16 años han pasado desde que inició dicha guerra, el opositor de 2006 es ahora presidente, después de 18 años de buscar ‘la silla’, lo logró. Con una participación ciudadana excepcional y con una mayoría aplastante en las urnas, Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el mandatario nacional de México. Curioso es cómo resultaron las cosas, pues ahora que tiene el poder de hacer el cambio que tanto prometió, cada vez se acerca más a ser como los expresidentes que tanto repudia, como Ricardo Salinas o Felipe Calderón, copiando sus peores decisiones y estrategias, en vez de replicar sus buenas ideas.


Pero vale la pena diferenciar lo que hizo Calderón con lo que está haciendo Obrador, pues los fines no son los mismos ni los móviles tampoco. Calderón utilizó al Ejército para combatir al narco, pero no les dio tareas de seguridad pública, sino que entrenó a las policías estatales para servir como bloques de contención, más no era su responsabilidad enfrentar a los maleantes. Peña Nieto buscó seguir con esa fórmula, con la diferencia de que él sí intentó otorgarle la seguridad pública a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), que, por cierto, Obrador también se opuso a aquella iniciativa.


Hoy López Obrador busca militarizar la Guardia Nacional, pero al mismo tiempo dice que al ‘narco’ no se le dispara, se le abraza. Dice que es para controlar la grave situación que le heredaron, pero lleva en el poder más de la mitad de su mandato y resulta que apenas se le ocurrió hacer algo al respecto, dice que no van a ser militares, pero le quiere dar el mando a la SEDENA... Y así, las contradicciones y las mentiras son el sello de este presidente y de su gobierno. Por razones como estas es que la especulación es lógica y válida, ¿cuál es el verdadero motivo de López para militarizar al país? La respuesta es fácil de saber, pero difícil de ‘digerir’: dictadura.


Siempre habrá quienes tachen de exageradas estas conclusiones, pero los dictadores de ideas socialistas (que en este caso serían “socialistoides”), son de manual, repiten patrones y siempre acaban igual. Es bien sabido que el presidente Andrés Manuel es seguidor de Hugo Chávez, es afín a la dictadura cubana y defiende y protege a dictadores narcotraficantes como Evo Morales, por lo que sería muy ingenuo, por decir lo menos, que no busca lo mismo que los gobiernos más opresores de Latinoamérica, poder y control total.


De esta manera, la obviedad sale a relucir cuando López Obrador busca a toda costa militarizar al país; no es para combatir al narco ni al crimen organizado ni tampoco es para proteger a la ciudadanía. Quiere usar al Ejército para oprimir y someter al país a sus caprichos y a su voluntad. Quien opine lo contrario, está ciego o le conviene que así sea, no hay más…


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