El moderador y organizador de la charla fue el doctor Francisco Martínez Márquez, un respetado ginecólogo xalapeño que mostró en todo momento su pericia en la configuración de eventos de corte académico que conducen a emitir soluciones prácticas y viables para mejorar la salud de los veracruzanos.
El conferencista dio una verdadera cátedra sobre cómo se debe planear el desarrollo de nuestras instituciones de salud, tanto públicas como privadas, para que se conviertan en eficientes vehículos que eviten enfermedades y salven vidas.
Más que desvelarse por la caótica situación que estamos viviendo en México, Ruelas Barajas hizo propuestas específicas para enderezar el rumbo y corregir los innumerables errores en que ha caído la actual administración federal.
En el presídium, el candidato a Gobernador Pepe Yunes y el abanderado a la diputación de Xalapa escuchaban con atención lo que iba diciendo y revelando el doctor Ruelas.
En el público, estaba prácticamente la quintaesencia de la medicina veracruzana, con la sola excepción de quienes no pudieron acudir, amenazados por el Gobierno para el que trabajan. Pero ahí estuvieron cuatro ex secretarios de salud de Veracruz (tuve el gusto de saludar a mi querida paisana, la doctora Edith Rodríguez Romero), la viuda del doctor Mauro Loyo, muchos catedráticos de las facultades de medicina, protagonistas connotados de todas las áreas de especialidad, médicos generales y -lo digo con el mayor respeto y consideración- doctores de pueblo que hacen de su vida vocación y enaltecen el ejercicio de su profesión.
Fue un evento serio, con un candidato serio que culminó con un discurso esperanzador para quienes estaban ahí, porque mostró conocimiento y voluntad de que las cosas se hagan, por fin, bien.
Como colofón, resultó singular que en esa reunión de tantos eminentes profesionales de la salud sólo uno llevaba cubre bocas, el reconocido internista Iván Hernández Gutiérrez… él sabrá por qué.
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