La jugada magistral en el Congreso del  Estado de Veracruz la realizó el coordinador de la JUCOPO, Juan Javier Gómez Cazarín y le resultó.

El diputado por San Andrés Tuxtla de primera mano bailó con la más fea. De ignorantes, arbitrarios y pasarse la ley por el arco del triunfo no bajaron a los integrantes de Morena y por ende a quien se aventó el boleto, de suprimir todos los puntos del día y dedicar la sesión solo a la polémica destitución del fiscal Winckler, que después de dos intentos en el pleno no se había podido concretar.

En la faena, quedó a discusión todos los procedimientos habidos y por haber, incluso la Juez Primera del Distrito de Veracruz, Karina Avendaño, inició con un trámite de violación a la suspensión definitiva que ella había otorgado al entonces fiscal: "Requiérase a las autoridades responsables para que en el término de tres días informen y justifiquen a este Juzgado sobre el cumplimiento dado a la suspensión, esto es, deberán acreditar con los medios de pruebas procedentes si emitieron o no el acto que se les atribuye y con el que supuestamente transgredieron la suspensión otorgada al quejoso y remitan las constancias que acrediten su dicho".

Ante esto, supuestos expertos en derecho, opinaron una y mil cosas en torno a la suspensión del yunista Winckler, quien hasta ese momento había tenido el gusto de reír junto con su patrón, las palizas que les había propinado al Congreso del Estado y por ende al gobierno de Cuitláhuac García.

Pero hasta ahí duró la sonrisa, en esta ocasión si se la aplicaron y aunque la duda proseguía y los politilogos se dividían, Cazarín se sostuvo en la postura que se había hecho lo adecuado y que al  fiscal lo habían separado del cargo por no contar con ciertos exámenes que en el tramite  estaban también en tela de duda.

Y para de una vez por todas acabar al régimen de Cuitlahuac Garcia y dejar en ridículo al presidente López Obrador, que al inicio del problema se fue de la lengua en una conferencia mañanera, los diputados pitufos decidieron tocar de una vez por todas la máxima puerta de la ley en México la Suprema Corte de Justicia de la Nación, anunciando con bombo y platillo lo interpuesto, ellos creían, es más tenían la certeza que le darían entrada a una acción de inconstitucionalidad.

Ahora, sin duda el Congreso Estatal, andará todo  el mes o lo que resta del año,  como auténticos pavorreales, con su coordinador Cazarín, como el gran ejecutor de una acción que deja fuera a la carta fuerte e incondicional del exgobernador Miguel Angel Yunes Linares, al conocerse el pasado viernes la resolución de la SCJN donde se desechó de plano, por notoria y manifiesta improcedencia, la presente acción de inconstitucionalidad, promovida por los diputados integrantes de la Sexagésima Quinta Legislatura del Congreso del Estado de Veracruz . 

Los que quedan muy mal parados, son los diputados panistas, quienes han tratado contra viento y marea, hacer un boquete a la actual administración estatal aprovechándose de todos los espacios que se generen, incluyendo los de la Secretaria de Gobierno, aunado a la solicitud que hacen los senadores para desaparecer los poderes en la entidad veracruzana, pero ese es otro boleto.

Lo que si es cierto, que con el resultado que dio en viernes la SCJN, no les dio tiempo la semana pasada de gozar los morenos  a los pitufos, quienes seguramente  esconderán la cabeza y estarán encuevados buscando la forma de seguir defendiendo a Winckler, ante la desesperación de su jefe político, Miguel Angel Yunes Linares.

Una realidad es que Gómez Cazarín, no solo se refuerza como coordinador de la JUCOPO,  se pone en alto ante su gobernador del estado y que decir con su presidente López Obrador, quien dio prácticamente la línea para hacer a un lado a la voz de ya al incomodo fiscal, hoy  con órdenes de aprehensión y prófugo de la justicia. Mientras a Cazarín no lo pierda de vista.

Es todo, para información y quejas a cordobaaldia@hotmail.com