Corea del Sur pasó en pocos años a ser un país sumamente desarrollado con altos estándares tecnológicos y se logró gracias a una lucha encarnizada y devoción y entrega laboral. Los coreanos llegan antes que su jefe, y no se van hasta que el jefe se haya ido. Pero no lo hacen por obligación, sino porque su cultura así lo indica.
Sin embargo, a la vuelta de los años les está cobrando factura. Padres ausentes, desintegración familiar, pequeños criados y educados por extraños, estrés, ansiedad y muchas enfermedades emergentes más, hacen replantear al gobierno surcoreano esta práctica. Lo último intentado es la cultura del “apagón”. A partir de las seis de la tarde, muchas empresas y el Gobierno están apagando las computadoras y los empleados tienen que retirarse forzosamente.
Ahora miles de surcoreanos no saben qué hacer con su tiempo libre.
En México, también se está viendo lo necesario para reducir las jornadas laborales.
Y a partir del 2030 ya no habrá vuelta atrás. La jornada de 40 horas semanales será real.
Esta reducción será gradual, aunque las grandes empresas ya están comenzando a hacer pruebas piloto para ver los resultados.
Del 2 de junio al 7 de julio habrá reuniones de empresarios, trabajadores y académicos sobre cómo deberá ser la implementación.
Pero mientras se ponen de acuerdo, el chipocludo de la Secretaría del Trabajo, Marath Bolaños, ya dijo que la reducción será gradual y que aplicará para todos a más tardar en enero del 2030… les cuadre o no les cuadre.
Por lo pronto empresas como Walmart, Chedraui, Oxxo y Herdez, ya están haciendo preparativos para la implementación de pruebas.
Pero los empresarios no están tan conformes. Saben que el mexicano (sí, aceptémoslo, así somos muchos) no siempre llega al trabajo a dar todo de sí, por lo que están viendo cómo compensar las “pérdidas”. Entre esas compensaciones los empresarios proponen, entre otras cosas, que bajen los costos de las horas extra.
Por lo pronto, la cosa va caminando, y aunque el 2030 se vea aún muy lejos, seguramente estos cinco años se irán en un parpadeo… y ¿Por qué hasta el 2030? ¡Adivinó! El gobierno actual lo propone… y el costo político, que el de atrás pague. |