Varias embajadas no sólo han servido para cumplir promesas rezagadas o para beneficiar a exmilitantes de otros partidos (que de último minuto se sumaron a Morena), también se consideran útiles para remover decorosamente, de una posición o cargo, a militantes de peso incómodos o cuya función ya terminó… y hay que darles salida.
Es por eso que de momento (y ya no tan sorpresivo), nos encontramos con personas que de manera inaudita son propuestas (y posteriormente ratificadas), como embajadoras o embajadores en países de poca, mediana o gran relevancia, dependiendo el peso del compromiso o del personaje.
Pero ni las embajadas alcanzarán para cubrir el cúmulo de morenistas (o neo morenistas), que piden ser incluidos en el sistema, porque hasta para estos cargos diplomáticos hay niveles y muchos no aceptarían ser enviados a países centroamericanos, no, quieren Europa, o si no queda de otra, Sudamérica.
Me hacen saber que en los próximos meses aún se otorgarán embajadas a sorpresivos perfiles, algunos de ellos tan increíbles como inauditos, y otras a personas que necesariamente deben salir por la puerta grande, aunque las causas de su partida sean evidentes.
Se vendrán poco a poco, y lo tienen medido o aceptado en Palacio Nacional.
Veremos qué ocurre, y si de verdad ocurre.
X: @aaguirre_g |